España. 23 de marzo de 2020.-La actriz italiana Lucia Bosé ha muerto este lunes 23 de marzo en Segovia. Tenía 89 años, que había cumplido el pasado mes de enero. Estaba delicada de salud y ha fallecido a causa de una neumonía, una enfermedad recurrente en ella y en algunos miembros de su familia.

Su primogénito, Miguel Bosé, también ha confirmado la noticia en sus redes sociales con una fotografía de su madre. “Queridos amigos … os comunico que mi madre Lucía Bosé acaba de fallecer. Ya está en el mejor de los sitios”, escribía el cantante en su perfil de Instagram.

La actriz llevaba tres días ingresada en un hospital de Segovia, puesto que vivía en Brieva, un pueblo de la provincia. Sus hijas Paola y Lucía se encuentran en Valencia. Miguel vive en México junto a dos de sus cuatro hijos.

Bosé saltó a la fama cuando ganó, en 1947 y con apenas 16 años, el concurso de Miss Italia. A partir de ahí, y apenas cinco años después, centró su carrera en la actuación, participando en media docena de películas de Luis Buñuel —al que calificó en alguna ocasión como “un loco”—, Jean Cocteau o Federico Fellini.

Entre otras, actuó en Muerte de un ciclista y El satiricón. Su carrera tuvo su máximo auge desde los años cincuenta hasta principios de los noventa, aunque quiso participar en algún proyecto hasta bien entrada en la década de los 2000.

La actriz italiana contrajo matrimonio el 1 de marzo de 1955 con el torero Luis Miguel Dominguín, lo que le dotó de una fama inmediata y enorme en toda España. Unos meses antes, saltándose las normas del estricto régimen franquista, se habían casado en Las Vegas (EE UU).

“Mandé un telegrama a mi madre desde América: ‘Me he casado’ y ella me respondió: ‘Me he enterado por la prensa, ¿estás loca?”, contaba hace unos meses al diario italiano La Repubblica.

Con Dominguín, del que se separó en 1967, fue madre de tres hijos: Lucía Dominguín, Miguel Bosé y Paola Dominguín. Tenía 10 nietos, algunos de ellos tan conocidos como la fallecida Bimba Bosé o el también actor Nicolás Coronado. El escandaloso divorcio de su marido la hizo sentirse sola, aislada en un país que no era el suyo y donde “todos” se pusieron de parte del torero, decía. “De la misma forma en la que tuve valentía para casarme con él, también la tuve para decirle: ‘Vete a la mierda”, contaba Bosé al diario italiano.

Una de sus últimas apariciones públicas tuvo lugar en Roma el pasado octubre, cuando presentó su biografía. “No he llegado más lejos en el cine porque me he reservado la mitad de mi vida para mí”, dijo en la presentación del libro, titulado Lucía Bosé, una biografía y escrito por Roberto Liberatori.

En la presentación del volumen, Bosé contó gran cantidad de anécdotas. Recordó que fue el maestro del neorrealismo, Luchino Visconti, padrino de Miguel Bosé, quien descubrió su talento al otro lado del mostrador de una pastelería milanesa, cuando ella apenas contaba con 16 años y preparaba para un cliente una caja de castañas confitadas. Él le dijo: “Tú eres un animal cinematográfico”. Ella, 60 años después, no lo olvidaba: “En aquel momento me pareció un loco. Fue como un hermano, un amante. Di a Visconti lo que he dado a pocos hombres, un amor verdadero”.

El pasado abril, la matriarca del clan Bosé quedó absuelta de una denuncia por presunta apropiación indebida de un dibujo que Pablo Picasso regaló a Remedios de la Torre Morales, que trabajó durante 50 años como empleada de su hogar. La Fiscalía de Madrid solicitaba en su acusación contra Lucía Bosé una pena de dos años de prisión, una indemnización y una multa de ocho meses con cuota diaria de 20 euros. En el juicio, que se celebró en marzo de 2019, Bosé contó al tribunal que la Tata, como se conocía a Remedios en la casa familiar no quiso el dibujo que el artista malagueño le dedicó y se lo regaló a ella, por lo que lo consideró siempre de su propiedad.

Lucía Bosé vendió la obra en 2008 a través de la casa de subastas Christie’s por 198.607 euros. La obra, un dibujo que Picasso pintó en 1963 titulado La chumbera, estaba colgada en la casa de Somosaguas, en Madrid, junto al resto de la colección de obras de la familia Dominguín Bosé. Las demandantes, sobrinas de Remedios, aseguraron durante el litigio que su tía jamás regaló el dibujo a Lucía Bosé y que este formaba parte de sus posesiones y, consecuentemente, parte de la herencia que les correspondía a ellas como herederas.

A sus 89 años, Lucia Bosé gozaba de una gran vitalidad y una discreta pero intensa vida social. Siempre rodeada de jóvenes artistas fue para muchos de ellos su musa. Con frecuencia viajaba a visitar a su hijo Miguel que hoy llora su muerte en México. Aunque madre e hijo eran conocidos por sus peleas y desencuentros siempre estuvieron muy unidos.