Italia. 15 de mayo del 2020.-Como una manera de para ayudar a mantener protegida a la población luego de que se levanten las medidas de confinamiento en Italia por la pandemia de coronavirus, el gobierno anunció que dará apoyos económicos a los ciudadanos para comparar una bicicleta y así pueda reducir su uso del transporte público, foco importante de contagios y además ayudar al medio ambiente.

El gobierno autorizó ya las ayudas económicas de hasta el 60 por ciento del valor de una bicicleta a quien quiera comprarla, simepre y cuando sea de un valor máximo de hasta 500 euros (12 mil 800 pesos).

Este “bono movilidad”, incluido en el decreto de ayudas económicas aprobado ayer por el Gobierno, y para el que se destinan 120 millones de euros, tendrá validez hasta el final de este año y podrá ser usado por todos aquellos habitantes de ciudades de más de 50 mil personas.

Además de bicis clásicas y eléctricas, los italianos podrán comprar con esta ayuda todo tipo de vehículos no contaminantes, como patinetes eléctricos o “segways”, una manera de “incentivar formas de movilidad sostenible alternativas al transporte público”, según informa el Gobierno italiano en un comunicado.

Con las nuevas limitaciones al uso del bus y el metro, que en Roma por ejemplo solo circulan al 25 por ciento de su capacidad, las autoridades quieren evitar que la población vuelva a un uso masivo del coche, el medio de transporte preferido por los italianos.

Dos tercios de la población usó diariamente el coche en 2019, según datos del Instituto Nacional de Estadística (ISTAT), mientras que para ir al trabajo lo usan 16,5 millones de personas, frente a los 3 millones que van a pie o en bici.

Aunque la vigencia del bono solo durará hasta el final de 2020, el Gobierno pretende extender este programa de ayudas para los años siguientes, pero dando mayor protagonismo al transporte público, “frente al uso de vehículos altamente contaminantes”.

Antes de que llegara la ayuda estatal, muchas ciudades ya venían desarrollando sus programas de fomento del uso de la bici, con la peatonalización de los centros históricos o la construcción de carriles bici.

Bari (capital de la región de Apulia, en el sur), por ejemplo, subvenciona desde hace años con entre 100 y 200 euros la compra de cada bici nueva, y da 25 céntimos por kilómetro recorrido en bici en los trayectos al trabajo, hasta llegar a 400 euros mensuales.

En el otro extremo geográfico, Milán ya ha empezado a construir 50 kilómetros de carriles bici solo con marcas en la calzada, con el fin de que estén disponibles para su uso antes del verano.

El concejal de movilidad de la ciudad lombarda, Marco Granelli, explicaba la motivación de este plan: “el transporte público no podrá llevar el mismo número de personas, y si todos los desplazamientos se pasan a realizar en coche se creará un gran problema ambiental”

En el decreto aprobado ayer por el Gobierno, se amplía la normativa vigente para financiar proyectos de creación y ampliación de carriles bici y carriles reservados al uso del transporte público.

Para las organizaciones ecologistas, sin embargo, estas medidas no son suficientes ya que no se proporciona un “cuadro normativo” ni recursos para hacer efectivo un uso masivo de la bici, según un comunicado de las principales asociaciones ciclistas.

El ministro de Medio Ambiente, Sergio Costa, aseguró por su parte que esta medida sirve como apoyo también a “un potente sector de la industria nacional, ya que Italia es el segundo productor de bicis del mundo”