Monterrey, 29 de septiembre.-

A 10 años de su fundación, el Museo del Noreste (Mune), en la capital regiomontana, engalana estas conmemoraciones con la exhibición “Miguel Ángel, El Divino”, con 50 réplicas certificadas y autentificadas procedentes de Italia, lo que permite conocer a fondo la obra del artista del Renacimiento.

Elvira Ramos García, jefa de Comunicación y Relaciones Públicas en 3 Museos, expuso a Notimex cómo el espacio, inaugurado en 2007, en el marco del Forum Internacional de las Culturas Monterrey 2007, se ha posicionado para mostrar la identidad norestense con un montaje permanente de historia sobre Nuevo León, Coahuila, Tamaulipas y Texas.

“La exposición Miguel Ángel, El Divino es parte de la celebración del décimo aniversario del Museo del Noreste, este Museo que habla de los estados de Nuevo León, Coahuila y Tamaulipas, tiene desde su inicio una sala de exhibiciones internacionales y esto ha permitido dar cobijo a esta exposición”, expresó.

“Es una exposición donde se muestran las obras más importantes de este artista, entre éstas El David, La Piedad del Vaticano, El Moisés, La Piedad de Bandini, y La Piedad Rondanini, El esclavo moribundo, Bacco y el Torso de Belvedere”, dijo.

“También podemos ver fragmentos de la Capilla Sixtina y algunos bosquejos de su arquitectura y parte de su literatura”, manifestó durante un recorrido por Mune.

Resaltó que todas las piezas exhibidas en esta muestra son réplicas realizadas de manera idéntica a las originales por artesanos y curadores italianos.

“La celebración del décimo aniversario del Mune, alcanza un mayor esplendor con esta exposición ‘Miguel Ángel, El Divino’, estas réplicas sin duda, permitirán que la gente que no puede viajar a Europa o que ha viajado a Europa y no ha conocido todas estas piezas, las pueda conocer en un solo lugar”, refirió.

Señaló que desde el 21 de junio anterior y hasta el 31 de diciembre próximo se tiene la oportunidad de disfrutar a detalle la exhibición, la cual ha generado amplia expectativa entre los visitantes hasta ahora.

“Creemos que la cantidad de personas que la ha visitado es probablemente que sea otro récord histórico para el Museo del Noreste, la verdad hay mucha expectativa, la gente se va muy contenta”, incluso muchas que han visto las originales en Italia, al apreciar más detalles de las obras, dijo Ramos García.

El Mune, en sus primeros 10 años ha sido visitado por un millón 92 mil personas, de las cuales 297 mil han sido estudiantes en visitas escolares.

Desde su apertura, el museo cuenta con exposiciones internacionales, su sala temporal está considerada dentro del circuito de exposiciones internacionales del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).

Su muestra inaugural “Buda Guanyin tesoros de la compasión”, recibió el premio Nacional Miguel Covarrubias del INAH por su museografía realizada por Sergio Rodríguez.

Entre sus exposiciones más visitadas se encuentran “Tutankamón, La tumba, el oro y la maldición” con 204 mil 241 asistentes, “Lucha Libre. Una Historia Jamás Contada” con 133 mil 098 y “Pedro Infante, recuerdos de un Ídolo” con 80 mil 79.

A lo largo de sus salas, todas bilingües (español-inglés), el visitante puede hacer un viaje en torno a los orígenes, costumbres, tradiciones, del pasado, hasta nuestros días.

El espacio cultural tiene como mascota a “Mune”, una rata del desierto que de forma interactiva vincula a los niños con los temas históricos de forma sencilla, detalló jefa de Comunicación y Relaciones Públicas en 3 Museos.

Ahí se puede conocer a personajes de la cultura popular como Eulalio González “El Piporro”, icono norestense y estrella del cine nacional y Don Antonio Tanguma, acordeonista y compositor de huapangos, chotices o polkas emblemáticas como “El Cerro de la Silla” y “Evangelina”.

En sus seis niveles, lo mismo se puede conocer la influencia del ferrocarril en el desarrollo económico de la región, la conformación de la frontera de México con Texas, la fundación de Monterrey y aspectos religiosos de épocas pasadas.

Parte importante en el recorrido son los indígenas originales de la región, cazadores y recolectores de frutos para subsistir en ambientes hostiles; esos antiguos pobladores agradecían a la naturaleza con “mitotes”, como una fiesta.

Utensilios y osamentas, encontradas en tiempos modernos en trabajos de arqueología, que dan cuenta de forma de vida de nuestros ancestros, son exhibidas en este espacio de cultura único en el noreste de México.