Por Alejandro Aguirre Guerrero

 

 

Seamos claros, desde que el Coordinador de Comunicación Social del Gobernador Miguel Yunes decidió, (porque quiero creer que él lo hizo), descansar gran parte de su obligación en transmisiones por Facebook Live o Periscope, y posteriormente, difundirlas a un numeroso grupo de “whatsapps” de periodistas, debió entender, le guste o no, que convirtió esa dinámica en una vía de retroalimentación. En el pecado lleva la penitencia.

 

Todos los días me llegan mensajes con las actividades del Gobernador Yunes a mi whatsapp. Recibo avisos sobre las transmisiones en vivo que el Ejecutivo hará por alguna plataforma, y más adelante, notas informativas del hecho, versiones estenográficas y algunas fotografías. De esta manera, el Coordinador busca, supongo, que los medios estén enterados, y quizá, repliquen.

 

Hace poco pregunté al vocero oficial del estado a través de esa vía, dado que por ahí me envía información, (quiero creer que es él y no un asistente con su foto), si un rumor era cierto antes de publicar alguna opinión en mis redes sociales.

 

Un amigo de años hizo llegar a mi correo una fotografía del patio central del Palacio de Gobierno, ubicado en la capital veracruzana, donde puede observarse que  fue usado para tender, en mecates amarrados a las históricas columnas del inmueble, paños verdes, de esos que se emplean cubriendo presidiums en eventos oficiales. Me sorprendió e indignó.

 

¿Qué hice? Preguntar al Coordinador de Comunicación Social si eso era verdad, y de serlo, por qué había ocurrido, antes de opinar al respecto. No me respondió, sólo leyó, aparecieron las famosas palomitas azules del whatsapp. Horas después, me volvió a enviar información en cadena sobre actividades posteriores del Gobernador. Nunca supe si lo de los paños era verdad o mentira.

 

No dudo que el encargado de comunicar en Veracruz reciba decenas de mensajes en su whatsapp, debe ser cansado y quizá hasta tedioso, pero es la vía que decidió activar para establecer contacto con representantes de los medios, y al hacerlo, la instauró, tácitamente, como canal formal de retroalimentación.

 

Me sequé esperando una respuesta; nunca llegó. Quizá el funcionario olvidó que la mejor forma de reducir un rumor (o probable “golpe” en los medios nacionales y estatales) es “aclarando lo que haya que aclarar”. Considero que el Coordinador de Comunicación Social en Veracruz se dedica sólo a difundir información, tarea bastante menos complicada que comunicar. Hay que actualizarle su nombramiento.

 

P.D.: Quizá a partir de hoy, si es que me lee, dejen de llegar mensajes del Coordinador a mi whatsapp, de ser así, finalmente hubo comunicación. Les aviso.

 

 

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