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Por Nora Guerrero
El muralismo mexicano fue un movimiento artístico postrevolucionario, creado por intelectuales pintores en los años veinte. Con José Vasconcelos en la Secretaría de Educación, se impulsó una política cultural de identidad y cohesión nacional, impactando más tarde a otros países latinoamericanos. Siqueiros, José Clemente Orozco, Diego Rivera y Rufino Tamayo son las figuras más representativas del muralismo que exaltaba los temas revolucionarios, los valores indigenistas, prehispánicos. En los muros, grandes, enormes las figuras de hombres y mujeres de la raza de bronce, como para no olvidar quienes somos y la grandeza de nuestros orígenes.
Últimamente observo muros en las ciudades con rostros de la gente común, escenas cotidianas y flores: Arte urbano. Le cuento:
Hace un par de días recibí por medio del WhatsApp un saludo mañanero de mi amiga Andrea Ortega. Casi sin temor a equivocarme, creo que es el saludo más hermoso que he recibido y mire que he recibido muy bellos, tiernos, graciosos y sesudos. Este me cautivó por la conjunción de sus elementos: Es el rostro caricaturizado de una joven, morena, de facciones delicadas, grandes ojos expresivos, amplia sonrisa y una cabellera verde que le cubre casi toda la frente y con flores color fucsia: ¡Una bugambilia viva! Al pie un saludo: Buenos días!!
Pues resulta que existe, es un mural. En la esquina de una barda pintada de blanco de poco más de dos metros de altura, se desborda la fronda de una buganvilia que se recarga en el filo del muro y cae de cara a la calle, de modo que Doña Susi Díaz, propietaria de la construcción, solicitó al pintor Julio César Montenegro que creara una fusión de lo natural con lo artístico: El rostro de una joven, cuya nariz y ojos fueran como los de su nieta Abril y la fronda del arbusto podada a manera de cabellera. Vecinos y visitantes han acudido a contemplar el mural en Estelí, Nicaragua; desde marzo de este año 2017, como lo cuenta la periodista Hellen Solís.
No se descuidaron detalles. La obra está hecha, el mensaje enviado; el vecino y el transeúnte son los ganadores, la comunidad, la localidad y todo el que pueda observar esta belleza. Un oasis en el camino, un saludo, un mensaje de amistad, de creatividad, ¡vamos! una muestra de empatía que ahora, con la ayuda de los medios electrónicos, puede llegar al último confín de la tierra, en cosa de minutos…
Pues le cuento que alguien más interviene en esta historia, el que tomó una fotografía al mural, le anexó un “Buenos días!!” y lo puso en las redes. ¡Ah, maravillosa tecnología!
xalapaflorida@hotmail.com