Si hoy estuviéramos en los prolegómenos de conocer la candidatura de MORENA a la presidencia de la república pocos dudarían en señalar a Claudia Sheinbaum como la abanderada.
Pero, en realidad mucha agua bajo el puente habrá de correr todavía, pues tiempo y circunstancias habrán de transcurrir en el proceloso ambiente de la política mexicana.
Dejar a la Jefa de gobierno de la CDMX como única aspirante sería exponerla al desgaste y correr el riesgo de quedarse sin alternativas, luego entonces la prudencia y la estrategia indican la necesidad de abrir más el abanico, tal es el marco en el cual Marcelo Ebrard “le toma” la palabra al presidente y acepta la invitación.
Sabedor que, hoy por hoy, no es la prioridad presidencial, ´la experiencia le habla sobre “caballos negros”, Plan “B” y de “tapados”. Participar es el juego.