Con toda su experiencia política, por la rica enseñanza derivada de los días de cuando Manuel Camacho se inconformó por no ser el escogido de Salinas en 1994 para candidato del PRI a la presidencia; por el accidente en la Línea 12 del Metro capitalino el pasado tres de mayo que lo puso en situación vulnerable, y por muchas señales más que ya habrá advertido, Marcelo Ebrard debe estar consciente de que no estará entre las primeras cartas manejadas por AMLO cuando llegue el momento de la decisión cumbre. Pero, precisamente por ese breve recuento, también sabe que los rumbos de las circunstancias pueden cambiar durante el aún largo tramo para que aquello ocurra. Solo que en ocasiones el Canciller no se mide; al menos así lo demuestra su anuncio acerca de la creación de una Agencia Latinoamericana y Caribeña del Espacio (ALCE), en la que participan con sus amplios (¿¡?!) adelantos científicos Argentina, Bolivia, Ecuador, El Salvador y Paraguay. Seguramente, como en México, lo pobladores de esos países se preguntarán ¿qué tipo de cohetes van a volar? Bueno, uno que otro satélite para la comunicación puede que sí.