Por El Tlacuilo

 

La rectora Ladrón había preparado la continuidad de su reinado con mucha antelación, seis de los nueve integrantes de la Junta de Gobierno universitaria habían sido impuestos por la rectora a mitad de su anterior periodo, se comenta que para ese movimiento y otros más, como sumar al líder charro Papo Levet se requirió mucho dinero que nadie sabe pero todos sospechan de dónde provino.

 

Imposición

 

Una imposición es como una mentada de progenitora, provoca reacciones, y la que vivió la UV desde Palacio estatal empezó inmediatamente a causar acciones, como la irrupción del académico de la Facultad de Estadística, Mario Miguel Ojeda, que durante el discurso de Ladrón denunció a gritos que está siendo perseguido por haber apoyado al candidato Jorge Manzo Denes. El profesor afirma que él no es único perseguido, que son muchos y que presentarán por escrito una lista de irregularidades que están sucediendo al interior de la Universidad debido a la negligencia de la recién reelecta. La comunidad estudiantil también ha expresado su inconformidad por el proceso electoral que llevó a Ladrón a la reelección, ante medios de comunicación cuestionan el desempeño de la rectora y acusan que las manos del gobierno estatal decidieron algo que debería haber correspondido exclusivamente a la comunidad universitaria.

 

El poder en la mano

 

Durante un desangelado evento en sala Tlaqná en donde abundaron las butacas vacías, la Universidad Veracruzana fue condenada a cuatro años más de lo mismo. Mientras que la antropóloga Ladrón fue premiada y seguirá siendo la rectora con el salario más elevado del país, con una percepción mensual de 195 mil 348 pesos, contra 166 mil 879 pesos que percibe el rector de la UNAM Enrique Graue Wiechers.

El salario de Ladrón está por encima del de el gobernador Miguel Ángel Yunes Linares quien percibe 106 mil 921 pesos al mes; también supera el monto del de varios gobernadores más, de Mancera de la Ciudad de México (106,921) de el de “El Bronco” de Nuevo León (132,093) de Lozano de Aguascalientes (180, 742) y de Peralta de Colima (96,379). Cabe recordar que en lo único que la Universidad Veracruzana es el primer lugar durante la administración de la rectora Ladrón es en su sueldo, porque bajo la mano de la flamante reelecta la UV ha quedado fuera del ranking de las primeras veinte universidades de México, es más, en algunos que destacan a las primeras cincuenta del país, tampoco aparece la U.V. Lejos quedaron los tiempos en que la UV fluctuaba por ahí del sitio 13 entre las mejores universidades del país.

Lo risible es que conforme a los números publicados en las ediciones propias de la UV, confeccionadas por su prensa interna sí está entre las primeras quince, eso es una descarada mentira, como muchas otras que circulan desde su Coordinación de Comunicación Social, que está reducida a ser el espejito mágico del ego de la rectora.

 

Malas cuentas

 

Bajo la pasada administración de Ladrón la licenciatura en fotografía fue cerrada por carecer de planes de estudio. No se dotó de infraestructura a los planteles y la inseguridad penetró a los terrenos universitarios; a Sara Ladrón de Guevara solamente la salvaron los intereses mutuos, porque conforme a un balance de su desempeño habría quedado muy lejos de ser reelecta. Según el punto de vista de la académica Rocío Ojeda Callado, el contraveneno para que la UV no pase otros cuatro años de oscurantismo es conformar un “Observatorio Gubernamental” que fiscalice cada paso de la rectora Ladrón, la académica está abocada en conformarlo, será un ejercicio interesante que beneficiará tangiblemente a la UV. Esperemos que Ojeda no sea admiradora del histórico Álvaro Obregón que aseguraba que nadie resiste un cañonazo de 50 mil pesos… o dólares, según sea el caso.