Por Agustín Contreras Stein

 

 

 

HACIENDO uso de las facultades constitucionales que tiene para vetar una ley e impedir que entre en vigor, el Gobernador del Estado, Miguel Ángel Yunes Linares, decidió dejar en suspenso la ley recientemente aprobada por el Congreso local, para permitir que en el Estado de Veracruz, se pudiera seguir con el negocio de las peleas de gallos y vaquilladas. Las primeras, porque representan, sin duda, una cierta promoción de la violencia entre los propios apostadores, así como dejar que los propios animales se maten entre ellos mismos, lo que, desde luego, en un acto de violencia que junto con el segundo caso, se practica, el llamado maltrato a los animales. En ambos casos no se justifica, para los tiempos en que vivimos, que se puedan dar estos actos o espectáculos de sangre y violencia.

 

La lucha en la actualidad, es por el respeto a la vida en general, tratando de dejar atrás la etapa de la barbarie, que en cierta forma, es lo que estamos viendo todavía entre los propios humanos.

 

Por eso, quizá, se vea más difícil que nuevamente el congreso local, vuelva a votar  en sentido positivo esta ley al ser devuelta para su estudio y consideración de las propias autoridades gubernamentales, para reflexionar sobre su viabilidad.

 

Y es que el Ejecutivo del Estado, ha tomado en cuenta muchas de las protestas que se han generado en los recientes días por la aprobación de esta ley, como es el caso de la red animalista y ambientalista de Veracruz, así como la coalición de activistas que luchan por los derechos de los animales que han puesto sobre la mesa sus propias manifestaciones de desacuerdo con la legislación, emitida hace unos días, y que ya dio vuelta al mundo.

 

Hay, desde luego, otras asociaciones y organizaciones nacionales e internacionales que también se encuentran preocupados por este tipo de leyes que impiden detener la cultura de la violencia en el Estado.

 

Por eso, desde ayer, muchas otras organizaciones que trabajan a favor de los animales y grupos ambientalistas que se han sumado a esta causa, han agradecido públicamente que el Gobernador del Estado, haya hecho uso de las facultades que la constitución le otorga para vetar la famosa ley que procede de del congreso veracruzano, dejando claro compromiso con la sociedad para apoyar estas causas que no tienen otro interés que velar por los derechos que también tienen los animales a no ser maltratados.

 

Esta es la hora en que los legisladores locales que votaron a favor de esta reforma a la ley de protección animal para el Estado de Veracruz, lo estén pensando dos veces, antes de que la ley vuelva a ser puesta a consideración del pleno, pues si insisten en su interés personal de aprobar la reforma, no se la van a acabar, como luego se dice popularmente.

 

El llamado, pues, ya se está haciendo a los integrantes de la legislatura actual, para que velen por el bien común y no se inclinen por aprobar  leyes que son claros ejemplos de promoción de la violencia.

 

Y bueno, la razón, finalmente, tiene que imponerse en estos actos legislativos para ver con mayor detenimiento lo que se aprueba, porque hasta ahora, todo hace suponer que muchos de los legisladores no supieron ni porque votaron, hasta que ahora se dan cuenta, por las protestas que se han acumulado en estos días, que todo parece ser que se equivocaron.

 

Habrá tiempo, desde luego, para rectificar, más ahora, que fue el propio ejecutivo del Estado, quien decidió vetar la ley y entablar nuevo diálogo y razonamiento entre los grupos de activistas a favor de los animales y los propios legisladores, porque también se ha dicho, que en este caso, no hubo acercamiento de los diputados con los grupos que están en desacuerdo, por lo que no se pudo llegar al consenso y resolver este problema en una primera instancia.

 

No se puede, sin duda alguna, legalizar la violencia, más en estos tiempos en que lo primero que se debe hacer, es evitar cualquier promoción de la misma, en virtud de que todo indica que se han perdido los valores fundamentales del respeto a la vida, a la tranquilidad, y a la paz que todos los veracruzanos tienen derecho.

 

Y rematan los grupos que están en desacuerdo con esta legislación, dando a conocer que un Veracruz, sin violencia, es trabajo de todos.

 

Y tienen, desde luego, razón.

 

 

AYER MISMO, EN TODAS PARTES, donde se comentan las noticias más sobresalientes del momento, tanto a nivel nacional, como estatal y municipal, daban por hecho que el PRI, ha resuelto, de un plumazo, el compromiso que tiene para designar a sus candidatos, tanto a la Presidencia de la República, como del Estado de Veracruz, donde también, el próximo año tendremos importante actividad electoral.

 

Se asegura que es inminente la nominación de José Antonio Meade Kuribreña, Secretario, todavía, de Hacienda y Crédito Público, para buscar la Presidencia de la República, así como de Pepe Yunes, para alcanzar la candidatura a la gubernatura del Estado.

 

Ambas elecciones, tendrán lugar el primero de julio del año que viene.

 

Y es que todos los caminos parecen estar abiertos a esta posibilidad, salvo que de la noche a la mañana, llegaran a cambiar las cosas, considerando que en política todo puede suceder y en el último minuto pudieran modificarse las circunstancias políticas del momento.

Sin embargo, de acuerdo a los resultados de la XXII Asamblea General Ordinaria del PRI, que tuvo lugar el fin de semana pasado, se hace pensar que todo está resuelto para estos dos casos, por lo menos.

 

Y es que a la fecha, son los dos únicos aspirantes más avanzados en las contiendas internas y que tienen la confianza electoral, tanto a nivel nacional como estatal.

 

Pepe Yunes, en Veracruz, en ampliamente conocido por ser un político discreto, educado, atento y trabajador. Tiene además la experiencia que se requiere para gobernar y es uno de los  políticos que se encuentran preparados para enfrentar este reto personal de ser, primero, el candidato a la gubernatura y segundo el Gobernador del Estado, pues las improvisaciones ya deben quedar atrás para darle paso a gente que se ha dedicado a cultivarse en todos los sentidos para responder eficazmente al compromiso de gobernar a un Estado, como Veracruz.

 

 

YA SE HA OCUPADO EL puesto vacante de la Subsecretaría de Gobierno, luego de la muerte de Pedro Manterola Sáinz, quien vino realizando una importante labor desde el momento mismo en que se inició esta administración bianual.

 

El nuevo funcionario es Antonio Soberanes Sheppard, quien ya tenía la responsabilidad de la Dirección Gerencia del Seguro Social de los Trabajadores al Servicio de la Educación.

 

Pasa, pues, de un lugar a otro, pero ahora con mayor responsabilidad política, luego de que en la dependencia que ahora ocupa, es donde se tienen que manejar muchos asuntos relacionados con la estabilidad política del propio Estado.

 

No es mal funcionario, pues en otras ocasiones ha tenido importantes comisiones dentro del quehacer público, por lo que se le augura buen papel en esta oportunidad que le otorga el Gobernador del Estado.

 

Y MAÑANA, aquí nos encontraremos, si otra cosa no sucede.

 

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