Damasco, 20 de agosto.- El presidente de Siria, Bashar al Assad, afirmó hoy que aunque su país frustró los planes de Occidente para derrocarlo, su Ejército no ha derrotado completamente a los insurgentes, pero comienzan a verse “señales de victoria” en algunos frentes.

Durante un foro del Ministerio de Relaciones Exteriores en Damasco, Al Assad denunció ser víctima de un complot extranjero para expulsarlo del poder, pero prometió seguir hasta la “victoria”. “Hemos pagado un alto precio en Siria por esta guerra, pero hemos logrado desarticular el proyecto occidental”, dijo.

“Occidente es como una serpiente, cambia de piel en función de cada situación”, declaró durante su discurso en el que ha denunciado un poder oculto en Estados Unidos y en el que ha criticado expresamente al presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, un “mendigo político” por el apoyo dado a los “terroristas” en Siria.

El mandatario sirio negó que su país esté aislado y recalcó que su gobierno reanudará relaciones con otros países hasta que se comprometan, de manera “inequívoca”, con la lucha contra el terrorismo, según la agencia siria de noticias SANA.

En este sentido, advirtió que no admitirá injerencias, en la medida en que todo lo relacionado con el destino y el futuro de Siria es un asunto interno. “La unidad del territorio no está abierta a debate o a discusión”, enfatizó.

Asimismo, Al Assad indicó que tras seis años y medio de guerra, hay señales de victoria gracias a la ayuda brindada por sus aliados Rusia, Irán y el grupo chiita libanés Hezbolá, la cual ha permitido al ejército sirio avanzar en el campo de combate.

“Su apoyo directo, político, económico y militar, ha hecho posible avances en el campo de batalla y reducido las pérdidas de la guerra”, sostuvo.

También manifestó que su país recibió con beneplácito acuerdos regionales de cese al fuego mediados por Rusia. “Tenemos interés en el éxito de esta iniciativa”, aseguró.

Poco después de su discurso ante decenas de diplomáticos sirios en Damasco, un proyectil cayó sobre la primera feria internacional de comercio que se celebra en el país desde que comenzó el conflicto bélico, dejando al menos cuatro muertos y cuatro heridos.

El gobierno promovió la feria internacional de comercio, que comenzó hace tres días, como una “victoria” y una señal de renovada confianza en el país azotado por la guerra civil.

Siria vive desde marzo de 2011 un conflicto armado que ha causado unos 330 mil muertos, más de dos millones de heridos, además cerca de 12 millones de desplazados internos y refugiados en otros países.