Barcelona, 18 de agosto.-
Unos minutos después de que la policía levantó el dispositivo de seguridad que había mantenido “cerrada” la calle que mejor simboliza en Barcelona su carácter abierto y libertario, Las Ramblas, los ciudadanos anónimos se acercaron hasta ahí para caminar por el mismo lugar en el que unas horas antes se había registrado uno de los peores atentados terroristas en la historia de la ciudad. El lema, improvisado y espontáneo, era sencillo: “No tenemos miedo”.