México, 19 de septiembre.- Tras el sismo de 7.1 grados, cuarteaduras, fracturas, fachadas colapsadas, vidrios y diversos daños se observan en las calles de las colonias Roma y Condesa en la delegación Cuauhtémoc, de la Ciudad de México.

Llanto, susto, crisis nerviosas y personas aún recostadas en la calle se pueden observar tras el pánico que causó el movimiento telúrico, pues a pesar de que han transcurrido algunas horas, los sonidos de las ambulancias no cesan.

Ante la suspensión del servicio del Metro y el Metrobus se observa a cientos de personas que ya no regresaron a sus lugares de trabajo y que buscan las opciones para regresar a sus hogares.

Entre la gente hay a personal con chalecos donde se anuncian como voluntarios de la Cruz Roja Mexicana, quienes preguntan en voz alta: “¿están bien?, ¿están bien?” tratando de auxiliar a la población.

Cientos de personas que viven por la zona tampoco quieren regresar a sus casas ante el miedo de un posible colapso de sus viviendas.

Por el miedo que le provocó el sismo, Eloisa Ortega estuvo a punto de sufrir una parálisis facial por lo que con dificultad cuenta  que no quiere entrar a su casa por miedo a un derrumbe mayor, a pesar de que en la calle tampoco se siente segura.

“Huele mucho a gas, unos dicen que es sólo por la calle esta de Chilpancingo y Tlaxcala pero si me voy de aquel lado también huele”, señala la mujer de más de 50 años que no para de temblar.

En tanto, la familia Ramírez como muchas otras personas no puede regresar a su casa, “trabajo por la zona y mis hijos también estudian aquí, afortunadamente estaba mi esposa conmigo pero todo está cerrado, nos vamos a quedar aquí un rato más”, señala Jorge, el padre de familia.