España. 22 de mayo del 2022.-El piloto mexicano podía quedarse con la victoria en el Gran Premio de España ante el abandono de Charles Leclerc y los problemas de Max Verstappen, pero las órdenes son las órdenes. Red Bull privilegió al vigente campeón y Pérez lo supo digerir bien.

La apuesta fue afortunada para el equipo de la bebida energética que se queda con el liderato del campeonato de constructores. “Checo es un gran compañero”, concedió el neerlandés. El tercer lugar se lo quedó George Russell de un renacido Mercedes.

Checo Pérez ha tenido un par de semanas ajetreadas. Siete días antes de correr por Barcelona, Carola Martínez y el piloto mexicano anunciaron por lo alto el nacimiento de su tercer hijo. Ya en el Gran Premio de este fin de semana, el mexicano tuvo que ceder el auto a Juri Vips, la promesa de Estonia de la escudería, durante las primeras pruebas libres.

La arrancada del mexicano tuvo que ser desde la quinta posición después de una áspera clasificación. Eso no fue un problema para el mexicano que se siente más cómodo desde los lugares más complicados. En la salida fue agresivo para ganar una posición y también le sirvió que Russell, que inició cuarto, pasara por delante de Carlos Sainz (inicialmente tercero). La meta el mexicano era pelear por el tercer sitio, como lo ha sido en el resto de la temporada. Y vaya carrera que se mandó.

La suerte le favoreció al resto de la parrilla cuando Sainz, el héroe local, perdió el control del Ferrari y se fue a la grava en la vuelta siete. Era la oportunidad para atacar a Russell, aunque el británico le negó la puerta. En el noveno giro, Verstappen también se salió de la pista. Pérez quedaba por delante de su compañero, aunque debió ser amistoso y dejarle pasar.

El cambio de neumáticos de Pérez ocurrió en la vuelta 18 con la esperanza de seguir a la pelea. Más adelante en la parrilla se veía a un Verstappen con problemas con el funcionamiento del alerón trasero, el DRS, que le fallaba cada vez que intentaba activarlo. El piloto mexicano veía todo desde atrás y, ante tanta frustración que presentaba Verstappen, pidió al equipo que le dejaran pasar: “Saquen a Max del camino para poder adelantarlo rápidamente”. El ingeniero le paró en seco.

En la vuelta 27 ocurrió otro giro de tuerca. El líder de la carrera, Charles Leclerc, iba tan tranquilo que el fallo de la unidad de potencia le despertó con agresividad y le obligó a abandonar la pista. Eso abría un dilema en Red Bull: ¿dejar pasar a Pérez para que peleara frente a Russell? A Verstappen le pidieron cambiar de llantas y eso permitió que el mexicano tuviera su oportunidad. Y qué oportunidad.

Checo Pérez hizo una de sus grandes maniobras para engañar a Russell y meterse por un hueco sobre el asfalto en la vuelta 31 El único latinoamericano en la parrilla de pilotos de la Fórmula 1, con mucha paciencia y tesón, logró ponerse en el liderato de la carrera. El mexicano alargó la distancia frente al de Mercedes hasta que en el garaje de Red Bull le pidieron cambiar los neumáticos para aguantar hasta el final de la carrera. Verstappen, el campeón del mundo, aún debía cambiar sus gomas de nuevo. Fue en la vuelta 44 cuando el neerlandés renovó los neumáticos y, desde ese momento, ya se vislumbraban las órdenes del equipo: el mexicano debía dejar pasar a su compañero. “Es muy injusto, pero está bien”, dijo el mexicano por la radio.