¿Alguna vez te has preguntado qué es un enjambre sísmico?

Es un término común en sismología pero últimamente ha ocupado los medios en México, sin embargo, estos sismos son más comunes de lo que parece a pesar de lo alarmante que podría resultar escuchar esta serie de palabras juntas.

Para comenzar, un enjambre sísmico es cuando en corto tiempo se registra una serie de sismos con epicentros cercanos y magnitudes relativamente similares. Ocurren tanto entre los límites de placas tectónicas, fallas dentro de la corteza continental y volcanes (siendo estos los de mayor frecuencia). Dos enjambres sísmicos han cobrado relevancia en México y a continuación te presentamos algunas características.

Enjambre sísmico de Michoacán

A partir del 5 de enero, el SSN ha reportado la ocurrencia de más de 864 sismos con magnitudes desde 3.1 hasta 4.1 y epicentros en la zona de Nuevo San Juan Parangaricutiro, Michoacán. A las 2:49 h del jueves 23 de enero ocurrió el de mayor magnitud (4.1) de esta secuencia; además, dieciséis sismos han tenido magnitud de 4.0.

De acuerdo con la información publicada por SSN, en 1997 también ocurrió un enjambre en la zona del volcán Tancítaro con al menos 230 eventos los cuales permitieron mapear fallas existentes y que son responsables de la actividad sísmica a pesar de que la ubicación de los sismos encuentra dentro del campo volcánico Michoacán – Guanajuato, zona conocida por la recurrencia nacimiento de volcanes monogenéticos (un solo periodo eruptivo) como el Paricutin.

Cenapred también realizó el estudio del enjambre sísmico de 1997 y otros dos enjambres en 1999 y 2000, con 111 y 280 temblores respectivamente. El análisis concluyó que los sismos no estaban relacionados con actividad magmática descartando peligro por vulcanismo en la zona.

De tratarse de actividad relacionada con vulcanismo, se tendrían otras señales como deformación del suelo (imágenes satelitales), cambios en la composición química en los manantiales, ríos/arroyos de la zona y emanación de vapor en algún punto específico de la región, ninguna de estas señales se han presentado o reportado.

Enjambre sísmico de Oaxaca

A las 20:06 h del 16 de enero, un sismo de magnitud 5.3 tuvo su origen a solo 10 km al sur de Ciudad Ixtepec, Oaxaca; a raíz de ese sismo, se han registrado más de 484 réplicas* siendo de 4.9 la de mayor magnitud tan solo 4 minutos después del sismo principal, estos sismos tienden a disminuir.

La zona en cuestión había presentado actividad el 23 de septiembre de 2017 con un sismo de magnitud 6.1 entre 8 a 10 km al poniente del epicentro actual. Este sismo se creía que formaba parte de las réplicas del terremoto de 8.2 de Tehuantepec del 7 de septiembre de 2017; un análisis posterior identifico a este sismo como un evento “independiente” que pudo haber sido detonado por aquél gran sismo.

El 15 de enero, a las 2:15 h, un sismo de magnitud 5.1 tuvo su epicentro a 14 km al sur de Pinotepa Nacional, Oaxaca. A raíz de ese sismo surgieron decenas de réplicas pero que el SSN no ha reportado o contabilizado, como con los enjambres de Parangaricutiro e Ixtepec, ya que la zona presenta actividad muy frecuente lo cual hace difícil identificar cuándo es un sismo nuevo o cuándo es una réplica.

Nota: los sismos contabilizados de los enjambres son los que informó el SSN al 24 de enero para Ixtepec y 27 de enero de acuerdo a parámetros usados por SSN en el catálogo de sismos.

Hay que dejar claro el hecho de que un enjambre sísmico NO es señal de que habrá un sismo de mayor magnitud. Hay enjambres sísmicos que sí detonan un evento mayor, pero en la mayoría de los casos esta sismicidad disminuye con el tiempo; caso contrario, si ocurre un sismo de mayor magnitud, todos los sismos del enjambre serían precursores y solo se podría categorizar así hasta que ocurre. Lo más común es que grandes sismos se presenten sin “previo aviso” como el terremoto del 19 de septiembre de 2017 de magnitud 7.1 con epicentro en Chiautla de Tapia, Puebla.

Ejemplos de que enjambres no detonan un sismo de mayor magnitud:

6 de octubre de 2013 – SSN reportó una secuencia de sismos en donde la mayor magnitud de estos fue de 5.0 con epicentro a 22 km al sur de Coyuca de Benítez, muy cerca de Acapulco, Guerrero. Se registraron un total de 28 sismos en un lapso menor a 6 horas y no ocurrió un sismo mayor por esta actividad tomando en cuenta que este enjambre ocurrió en la Brecha de Guerrero.

25 al 28 de marzo de 2016 – SSN reportó un enjambre sísmico con 48 eventos en el Mar de Cortés. El sismo de mayor magnitud fue de 5.3 ocurrido el día 27 de marzo. La actividad sísmica cesó a los pocos días.

26 y 27 de abril de 2016 – SSN reportó un enjambre sísmico con 36 eventos con epicentros frente las costas de Michoacán. El sismo de mayor magnitud fue de 4.9, ocurrido el día 26 de abril. Después de estos sismos cesó la actividad en la zona.

21 de marzo de 2019 – en un lapso de tres horas el SSN reportó un enjambre con 42 temblores con epicentros en la zona de Huatulco, Oaxaca. Las magnitudes oscilaron entre 1.9 y 4.4 y la sismicidad concluyó ese mismo día.

21 al 24 de octubre de 2019 – SSN reportó 41 sismos con magnitudes entre 3.4 y 4.9 frente costas de Petatlán, Guerrero. La sismicidad cesó sin presentarse un sismo mayor