Estados Unidos. 25 de agosto del 2020.-La Guardia Nacional, la fuerza militar de reserva de Estados Unidos, se ha movilizado en Wisconsin para tratar de ahogar los disturbios en ese estado después de que la policía abatiera a tiros por la espalda a un hombre de raza negra que, según su padre, ha quedado paralítico de la cintura para abajo. Este tiroteo, captado en un vídeo ampliamente difundido por las redes sociales, ha reavivado la protesta racial cuya llama prendió en mayo por la muerte de otro hombre negro, George Floyd, bajo custodia policial en Mineápolis.

Miles de manifestantes desafiaron el toque de queda declarado para las ocho de la noche el lunes en el centro de la ciudad de Kenosha, de 100.000 habitantes y donde ocurrió el domingo el tiroteo. Los antidisturbios trataron de contener a una turba que quemó contenedores y coches y luego trató de incendiar varios edificios. En principio, la fuerza de reserva desplegó a 125 soldados, que pueden crecer en número en los próximos días.

Según muestran las imágenes difundidas en redes sociales durante la protesta, decenas de tiendas fueron saqueadas, y muchos bajos incendiados. Una manzana entera de la ciudad fue acordonada el martes para que las autoridades pudieran inspeccionar los daños.

El gobernador de Wisconsin, el demócrata Tony Evers, decidió movilizar el lunes de noche a la Guardia Nacional tras dos jornadas encadenadas de disturbios, saqueos y tensión con la policía. Tanto Evers como el candidato de su partido a la presidencia, Joe Biden, han condenado el tiroteo policial del domingo, en el que Jason Blake recibió ocho disparos a bocajarro por la espalda cuando trataba de entrar en su coche, en presencia de sus tres hijos, de 3, 5 y 8 años, que estaban en el asiento trasero.

De momento, los agentes implicados en el tiroteo han sido suspendidos hasta que culmine una investigación sobre los hechos. Los sindicatos policiales han pedido a los políticos y gobernantes que se abstengan de hacer valoraciones hasta que culminen las pesquisas. La víctima del tiroteo, de 29 años, estaba bajo orden de arresto por unas denuncias de agresión sexual y violencia de género, según publicó el lunes la agencia Ap.

De momento, lo único que se sabe con seguridad del incidente es que la policía acudió a donde estaba Blake tras recibir una llamada de auxilio. El vídeo que muestra el tiroteo confirma que los agentes le pidieron que se detuviera, y le siguieron de cerca, incluso tirándole de la camiseta, hasta que él amagó con entrar en su coche, tras abrir la puerta. Mientras varios testigos gritaban, uno de los agentes disparó ocho veces, de las que se oyen solo siete en el vídeo. Después, Blake se desplomó y quedó inconsciente en el suelo, y los agentes le asistieron y llamaron al servicio de emergencias, que le trasladó al hospital.

El padre de la víctima, que también se llama Jacob Blake, dijo el martes que su hijo tiene «ocho agujeros en el cuerpo» y reveló que los médicos le han dicho que ha quedado paralizado de las piernas, aunque no sabe si podrá recuperarse, según dijo al diario The Chicago Sun-Times. De momento, Blake padre ha sido invitado a dirigirse a una marcha que tendrá lugar el viernes en Washington de repudio del racismo, organizada por el reverendo Al Sharpton. El abuelo de la víctima fue un religioso que luchó por la igualdad de derechos en Chicago a finales de los años 60.

Justin Blake, tío de Jacob Blake, dijo ayer en una comparecencia de la que informaron los medios locales que la familia apoya las protestas en Wisconsin y en todo el país, pero condenó los episodios de violencia. «Queremos justicia y vamos a conseguir justicia. Vamos a exigir justicia, pero lo haremos sin destrozar nuestras propias comunidades», dijo,

La protesta, con saqueos y quema de coches, se ha extendido de nuevo a otras ciudades de EE.UU., incluidas Los Ángeles y Mineápolis, que ya vieron abundantes disturbios en mayo y junio por la muerte de Floyd. Aquella ola de protesta llegó hasta las puertas mismas de la Casa Blanca, y ya entonces Donald Trump movilizó a la Guardia Nacional para contener los disturbios en Washington. Además, durante semanas, el presidente acordonó las calles aledañas a la Casa Blanca por motivos de seguridad, algo nunca visto en décadas recientes.

Una de las principales asociaciones de derechos civiles de EE.UU., el Southern Poverty Law Center (Splc) ha pedido una investigación «inmediata y transparente» sobre el tiroteo de Blake. El grupo también ha pedido una investigación sobre la muerte de Trayford Pellerin, otro hombre negro, de 31 años, víctima de otro tiroteo policial el viernes en Luisiana. «Existe una necesidad urgente de reconsiderar el uso de fuerza excesiva por parte de las fuerzas del orden, para reducir los tiroteos y las muertes de personas de raza negra en este país», dijo la presidenta y directora ejecutiva de Splc, Margaret Huang, en un comunicado. La marcha del viernes en Washington, que también ha sido convocada para repudiar la brutalidad policial, tiene lugar en la jornada siguiente de que Trump acepte la nominación del Partido Republicano. Se celebra justo 57 años después y en el mismo lugar que la famosa manifestación al término de la cual el reverendo Martin Luther King Jr. pronunciara su famoso discurso contra el racismo de «I have a dream», o «tengo un sueño»