- Samantha Rullán Rosanís, docente del Programa de Estudios sobre América del Norte de la UV, participó en el conversatorio “Los 70 años de la Unión Europea y el desafío de la pandemia actual”
- Fue invitada por la Comisión de Relaciones Exteriores de la Cámara de Diputados
“Vemos que se acentúa el aislacionismo de Estados Unidos, en ningún momento se ha visto que el gobierno de Donald Trump pretenda impulsar una coordinación internacional para hacer frente al Covid-19”
Claudia Peralta Vázquez
Xalapa, Ver.- Tras haber superado la crisis de 2008, la pandemia por el coronavirus (Covid-19) llega a la Unión Europea (UE) cuando tiene muchos pendientes que resolver, pues antes de la contingencia sus esfuerzos estaban centrados en dar respuestas a retos globales como: la agenda verde, el mundo digital, el desarrollo sostenible, entre otros.
Lo anterior fue declarado por Samantha Rullán Rosanis, docente del Programa de Estudios sobre América del Norte (PEAN), adscrito a la Escuela para Estudiantes Extranjeros (EEE) de la Universidad Veracruzana (UV), al participar en el conversatorio virtual “Los 70 años de la Unión Europea y el desafío de la pandemia actual”.
Este encuentro se realizó el pasado 8 de mayo, a iniciativa de la Comisión de Relaciones Exteriores de la Cámara de Diputados, en colaboración con la Delegación de la Unión Europea en México, y en el que participaron expertos de diversas instituciones nacionales e internacionales.
En el marco de la conmemoración de los 70 años de la declaración de Robert Schuman de la Constitución de la Unión Europea, Rullán Rosanís expresó que esta pandemia llega en el momento en que la UE, al igual que el resto de los países del mundo, enfrenta retos importantes.
Algunos de ellos son: la cuestión migratoria, la negociación post–brexit (salida del Reino Unido de la UE) y la respuesta al cambio climático, tema que los convierte en líderes porque ha sido una prioridad.
Además, se refirió a una reforma pendiente y programada para el 9 de mayo del presente año, que marcaría su futuro; sin embargo, estará en pausa mientras se resuelven los problemas más inmediatos. Por otra parte, se preparaban para debatir prioridades de la UE y cuestiones que debería conseguir para los próximos años.
La especialista expuso que la realidad que actualmente se vive tiene muchas similitudes con la Primera Guerra Mundial, pues en un principio se pensaba que esta rebelión sería más corta de lo que fue, y con el Covid-19 ocurre lo mismo.
Es decir, se esperaba que el cierre de actividades fuera breve y que el avance del virus se frenaría, pero esto no ha sucedido; además, en ambos casos se subestimó el impacto económico que iba a generar en los países.
Comentó que el año pasado, la UE celebró con éxito las elecciones del Parlamento Europeo, ya que por primera vez en la historia se incrementó la participación. A este logro se sumó la llegada de una mujer, Ursula von der Leyen, a la representación de la Comisión Europea, lo cual generó algunos cambios y propuestas.
Ahora, el Covid-19 frena muchos avances, pero permite ver en perspectiva otros tantos problemas que se deben resolver y que hacen ver las diferencias.
“A veces, en tiempos de crisis, en lugar de ver lo que más nos une, vemos lo que más nos desune, así como la reacción de cada gobierno y país miembro de la UE ante el desafío que se le presenta.”
Samantha Rullán subrayó que, ante la actual incertidumbre, las naciones tienen retos internos y externos. Dentro de estos últimos, se habla del multilateralismo y de la distribución del poder.
“Vemos que se acentúa el aislacionismo de Estados Unidos, en ningún momento se ha visto que el gobierno de Donald Trump pretenda impulsar una coordinación internacional para hacer frente al Covid-19.”
No obstante, la UE sí tiene esta intención, siempre ha promovido el reforzamiento de todos los instrumentos multilaterales.
Además, destacó la decisión de Trump de congelar las aportaciones a la Organización Mundial de la Salud (OMS), lo cual complica aún más la situación que se vive y motiva a una mayor rivalidad entre naciones.
En este sentido, éste es otro reto para la UE, que como un actor global tiene que actuar e intervenir en esta situación en la que Estados Unidos acusa a China de haber creado el virus en un laboratorio.
De ahí se desprende toda una campaña de desinformación, de las estrategias empleadas por algunos países para aprovecharse y beneficiarse del caos, aseveró.
También resaltó la intervención y apoyo que China y Rusia han brindado durante esta contingencia, “se están presentando como unos salvadores desinteresados dispuestos a ayudar a los países que lo necesitan”. Incluso, dijo, a nivel europeo se habló de que Italia ha recibido más ayuda de estas naciones que de los países que conforman la UE.
Por tanto, un reto más de la UE es acabar con la desigualdad latente entre la región norte y la región sur, pues es necesaria una solidaridad tangible y visible para los europeos.
La especialista planteó que la UE debe articular políticas específicas no sólo a nivel económico sino también en lo social, y así dar respuesta a los problemas más vulnerables de los ciudadanos europeos ante la crisis que hoy en día se vive.
De esta forma rememoró las palabras de Robert Schuman, político francés impulsor de la integración europea, quien en su declaración de hace 70 años dijo que la evolución de la UE se lograría gracias a realizaciones concretas, en una solidaridad de hecho y no sólo en los tratados.
En este mismo tenor, opinó que ante el desempleo que impacta a los jóvenes desde la crisis de 2008, este sector ahora tiene una nueva área de oportunidad.
“Pueden ser creativos y adaptarse a esta realidad, buscar formas de participar e insertarse en la vida activa de su país, de su región, creando nuevas empresas y maneras de impulsar el desarrollo sostenible dentro y fuera de la UE.”