- María Eugenia Maldonado, del INAH, comentó que estuvo formado por un territorio central rodeado por otros territorios periféricos y semiautónomos
Paola Cortés Pérez
Xalapa, Ver.- La región de la Huasteca contó con un Estado segmentario, producto de una conformación social compleja, resaltaron los participantes de la sesión “Arqueología de la Huasteca”, como parte de las actividades del Webinario Internacional de Arqueología (WIA), organizado por la Universidad Veracruzana (UV).
La sesión se llevó a cabo el jueves 17 de septiembre a través de la plataforma Zoom y fue transmitida por Facebook Live, con la participación de María Eugenia Maldonado Vite, del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH); Alma Rosa Espinosa Ruiz, de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), e Irad Flores Martínez, de la UV, quienes fueron moderados por Lourdes Budar Jiménez, directora de la Universidad Veracruzana Intercultural (UVI).
María Eugenia Maldonado compartió el trabajo arqueológico realizado en Tabuco desde 2010, siendo uno de los principales hallazgos los 216 entierros encontrados.
La investigación, mencionó, ha arrojado que Tabuco era la cabecera temprana de la unidad política de Tochpan, de acuerdo con las fuentes históricas tenía siete subprovincias, a parte de su cabecera.
“Continuamos con la investigación y nos dimos cuenta que Tabuco no es Tuxpan. El sitio arqueológico que se conoce como Tabuco sí fue un asentamiento importante, pero no fue el Tochpan prehispánico.
”Nos apoyamos del códice-mapa regional de la serie de Los lienzos de Tuxpan y encontramos claramente una pictografía que muestra tres lugares diferentes ubicados más o menos a la orilla del río Tuxpan: el conejo, que es Tochpan; Tabuco, con el topónimo de un teocalli, y Tumilco.”
Que estuvieran en esta zona causa extrañamiento entre los investigadores porque no cumplían con los modelos propuestos acerca de la organización espacial de estos asentamientos.
Después de 10 años de trabajo, ahora saben que no es una organización arcaica, por el contrario, fue un Estado segmentario producto de una sociedad compleja, que estaba formado por un territorio central (pequeño) rodeado por otros territorios periféricos y semiautónomos, subrayó la investigadora.
“En los territorios periféricos el jefe mantiene la superioridad ritual, pero su poder político está limitado al territorio central. Los jefes de los territorios, como el jefe central, combinaban el poder político, militar, judicial y económico en un solo puesto hereditario.”
Mencionó que contaban con edificios públicos, unidades habitacionales, zonas agrícolas combinadas con áreas semiurbanas, y selva, agricultura y pequeños asentamientos.
“El que haya un padrón de asentamiento disperso no quiere decir que no existiera un Estado, sino que son estados con su propia organización, eran sociedades estatales, con una organización particular.”
Detalló que en un principio la Huasteca se caracterizó como área periférica de Mesoamérica, ya que no estaba en el centro sino a un acostado, pero no ajena a la dinámica de la región.
Dijo que ahora se necesita caracterizar de manera regional cómo funcionaban los territorios diacrónica y espacialmente. “La Huasteca es una de las áreas fundamentales para Mesoamérica, tan es así que los toltecas fundamentan que sus orígenes están en esta zona”.
Irad Flores presentó brevemente la investigación que realizó en la sierra de Otontepec, donde pudo identificar fácilmente las estructuras de las construcciones.
“Durante este trabajo lo que llamó la atención es el interés que tiene la gente por su historia, su pasado más remoto, por ello es muy frecuente que los habitantes guarden algunas piezas con mucho cuidado en sus hogares, no las muestran a cualquier persona, así que parte de nuestro trabajo ha sido registrar este material.”
Apuntó que uno de los aportes de este trabajo fue que se logró cambiar la idea que se tenía sobre el grado de organización sociopolítica de la Huasteca.
En tanto, Alma Rosa Espinosa habló de la investigación que realiza a un lienzo encontrado en la biblioteca del Museo Nacional de Antropología e Historia, el cual pudiera ubicar los límites y cabecera de la Huasteca.
Dijo que esta región ha sido controversial por sus límites y ubicación de la provincia y de la cabecera, pero esto cambió en 2012, ya que gracias a la investigación etnográfica encontró un códice mal catalogado en la biblioteca del Museo Nacional de Antropología e Historia que durante mucho tiempo se pensó que mostraba Xochimilco y el sur de la Ciudad de México; sin embargo, se trata del sur de la Huasteca, de la provincia de Tzicohuac que fue identificada gracias a los topónimos que están en el lienzo y abarcaría 10 municipios: Chicontepec, Ixhuatlán de Madero, Ixcatepec, Benito Juárez, Ilamatlán, Huayacocotla, Texcatepec, Álamo Temapache, Tlachichilco y Zontecomatlán.
“Fue elaborado con una exactitud impresionante, data de 1547, se piensa que fue realizado en los primeros años de la colonia, probablemente con el propósito de representar esta área que estaba siendo tributaria y para fijar delimitaciones.”
Los participantes concluyeron que aún falta mucho por estudiar de la Huasteca, por lo que esperan que cada vez más sean más los estudiantes que se interesen en las investigaciones.