- La obra Librado García Smarth obtuvo el galardón otorgado por el Instituto Nacional de Antropología e Historia, en la categoría “Mejor libro de arte”
- El integrante de la Editorial UV y José Antonio Rodríguez, de la Dirección de Estudios Históricos del INAH, encabezaron al equipo de investigadores que hizo posible el volumen
Xalapa, Ver.- Librado García Smarth, la vanguardia fotográfica en Jalisco, es la obra más reciente editada por Alberto Tovalín Ahumada, integrante de la Editorial de la Universidad Veracruzana (UV), y José Antonio Rodríguez, de la Dirección de Estudios Históricos del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), y que ganó el Premio “Antonio García Cubas” en la categoría “Mejor libro de arte”, en ceremonia realizada el martes 29 de septiembre en el Auditorio “Jaime Torres Bodet” del Museo Nacional de Antropología.
En la XXII edición del premio al mejor libro y labor editorial en el ámbito de la antropología y la historia, a obras publicadas entre julio de 2019 y junio de 2020, hicieron la entrega Diego Prieto, director general del INAH, y Antonio Saborit, director del Museo Nacional de Antropología, entre otras personalidades.
Alberto Tovalín y José Antonio Rodríguez estuvieron al frente de un equipo de investigadores que se dieron a la tarea de recuperar la obra de un fotógrafo vanguardista cuya vida se perdió en el misterio. Esta obra, publicada por la Secretaría de Cultura de Jalisco, es un ejercicio de memoria que desea poner a disposición de especialistas y público en general una notable producción, que en su mayoría permanece inédita para los historiadores del arte y la fotografía.
En 1911 en la Ciudad de México se conoció la historia del fotógrafo Librado García, y que usaba como apelativo Smarth. Muy pronto, aquel artista que provenía de la ciudad de Guadalajara, se adhirió a la corriente pictorialista en boga, aquella que buscaba emular la delicadeza de la pintura. Ahí se vertieron sus primeros grandes aportes al género del retrato.
A lo largo del libro, el lector puede apreciar que Smarth colaboró ampliamente en las revistas ilustradas más importantes de la época: Jueves de Excélsior, El Universal Ilustrado, CROM, Revista de Revistas o Nuestra Ciudad, entre otras, y gracias a ello es que se conoce su obra fotográfica que está dispersa en distintas colecciones privadas en la Ciudad de México, Guadalajara, Puebla y en el extranjero. Los dueños de esas imágenes las resguardan como verdaderas joyas de la fotografía mexicana, como sus naturalezas muertas (flores cubistas, estilo art decó o simbólicas) muy a la par de las de la estadounidense Imogen Cunningham. En su momento, la obra de Smarth fue comparada con la de Edward Weston y Tina Modotti, grandes maestros de la vanguardia en México.
Para que el lector se dé una idea de la calidad del trabajo de Librado García Smarth, los editores incluyen una espléndida galería de retratos que permite aproximarse a las búsquedas y soluciones estéticas de este autor, y así conocer la poética fotográfica que se gestaba en su imaginación, y que hizo de la sombra una compañía habitual de sus creaciones. Librado fue también pionero en la producción de desnudos masculinos, en los que imprimió una sensualidad erótica a través de juegos de sombras, a la par del fotógrafo Luis Márquez, cuya obra se conocería pocos años después.
Tanto las imágenes como los textos de Arturo Ávila Cano, Rosa Casanova, Brenda Ledesma y José Antonio Rodríguez permiten apreciar que Smarth, además de desarrollar una poética ligada al costumbrismo con escenas de corte nacionalista, también se adentró en la vanguardia fotográfica. Su espléndido trabajo le permitió codearse con sus contemporáneos y de esa manera participar en muestras clave para la historia de la fotografía mexicana como la Exposición de Fotógrafos Mexicanos, con Tina Modotti y Manuel Álvarez Bravo, y Guillermo Toussaint y 11 fotógrafos mexicanos, con Manuel Álvarez Bravo, Hugo Brehme y Agustín Jiménez, entre otros.
Tras un extenso periodo de trabajo y pesquisas en colecciones y archivos públicos y privados, este libro, finamente impreso, se pone a disposición de quien esté ávido de conocer a un nuevo referente en la historia de la fotografía mexicana.
Las sombras que tanto trabajara Librado García Smarth comienzan a iluminarse. La gramática de su fotografía pertenece ahora a las culturas jalisciense y mexicana, y a la que se sume.