EL GUSANO COGOLLERO DEL MAÍZ, UNA PLAGA QUE VIAJA POR EL MUNDO
Por: Lorena Hernández y Trevor Williams
Red de Manejo Biorracional de Plagas y Vectores, Instituto de Ecología A.C.
Resumen:
El gusano cogollero Spodoptera frugiperda es una de las principales plagas que ataca al maíz en el sur de EE. UU., México y hasta Sudamérica. En 2016 este insecto fue introducido accidentalmente a varios países en África. De ahí ha dispersado al sur de Asia, incluyendo a la India y China en el 2019, y en el presente año ha llegado a Australia. Es un insecto que se alimenta de varios cultivos, entre ellos maíz, sorgo y algodón. Se conoce como el “gusano cogollero” por su habito de alimentarse en el cogollo de la planta, aunque también puede atacar a las plántulas recién sembradas y a los elotes justo antes de la cosecha.
Daños que causa esta plaga.
Las larvas más pequeñas consumen el tejido foliar, por un lado, sin llegar a perforarlo, dejando intacta la capa epidérmica del haz de la hoja. A partir de los estadios intermedios la alimentación de las larvas en el cogollo se manifiesta con una hilera de perforaciones en las hojas, mientras que los últimos estadios pueden ocasionar una defoliación completa, dejando únicamente los tallos de las plantas.
El daño económico de esta plaga es importante. Una infestación no controlada de S. frugiperda puede ocasionar una reducción del rendimiento del 13 al 60 %, de las plántulas, la perdida de área foliar, o la inhibición de la emisión de las inflorescencias durante la floración de la planta adulta. De hecho, las plantas de maíz son susceptibles de ser dañadas por el gusano cogollero durante la mayor parte de su desarrollo vegetativo, de la emergencia y hasta 55-60 días después de dicha fase; por lo tanto, es en esta etapa cuando se debe monitorear la presencia de la plaga y en su caso aplicar las medidas de control necesarias.
Control de la plaga
En las últimas décadas, el uso intensivo de plaguicidas de amplio espectro contra este insecto ha ocasionado el desarrollo de resistencia a algunos de los productos registrados para su control. El uso excesivo de estos productos está relacionado con la resurgencia de otras plagas, contaminación ambiental y la intoxicación crónica de los productores que los apliquen sin medidas adecuadas de protección personal. Actualmente existen en el mercado nuevos tipos de plaguicidas para el control de S, frugiperda que son de bajo impacto para el ambiente y selectivos para insectos benéficos. Dichos productos son conocidos como “biorracionales” e incluyen sustancias que imitan las hormonas de los insectos y productos derivados de fuentes naturales. El control biológico basado en el uso de los depredadores, parásitos y patógenos naturales que atacan al gusano se considera también una estrategia importante para controlar esta plaga.
Acción global para el control del gusano.
En diciembre de 2019, la Organización de las Naciones Unidas para la alimentación y la Agricultura (FAO) lanzó una acción global para luchar contra esta plaga, movilizando 500 millones de dólares como una respuesta urgente a la rápida propagación del gusano, que amenaza la seguridad alimentaria y los medios de vida en muchas regiones del mundo, especialmente los países con altos índices de pobreza en las regiones afectadas. Estas actividades incluyen: monitoreo de la plaga; actividades de campo, distribución y aplicación de plagas, productos de gestión como feromonas, bioplaguicidas y en algunos casos insecticidas químicos. Desafortunadamente la pandemia de Covid-19 ha reducido o parado diversas actividades dirigidas al monitoreo y control de la plaga que probablemente aumentaran las pérdidas causadas por el gusano en los países que más necesitan el apoyo de organizaciones transnacionales, como la FAO.
Pies de figuras:
- Foto 1: El gusano cogollero en el cogollero del maíz – Crédito: Lorena Hernández y Trevor Williams
- Foto 2: Daño característico del gusano cogollero – Crédito: Lorena Hernández y Trevor Williams