- Ha vulnerado el derecho a la circulación, el de acceso a la justicia y mermado el derecho a la salud: José Luis Cuevas Gayosso
- El jurista también abordó las enseñanzas que ha dejado la pandemia, como la posibilidad de encontrar una mejor calidad de convivencia a futuro
José Luis Couttolenc Soto
Xalapa, Ver.- La pandemia por SARS CoV-2, causante de la enfermedad Covid-19, ha afectado de distintas maneras a las personas sin excluir su fuerte impacto en los derechos humanos (DDHH) en donde algunos doctrinarios plantean una segunda generación, la denominada DESC (derechos económicos, sociales y culturales), sostuvo el investigador y docente de la Universidad Veracruzana (UV), José Luis Cuevas Gayosso.
En un análisis de cómo la pandemia ha vulnerado los DDHH y el acceso a la justicia, el académico recordó que las modificaciones en la materia que se hicieron en 2011 a la Constitución representan un cambio en el modo de entender las relaciones entre autoridades y sociedad, que al tener un reconocimiento formal es una obligación del Estado respetar, reconocer, proteger, promover y garantizar los derechos humanos.
Dentro de la amplia gama que conlleva los DDHH, Cuevas Gayosso dijo que a partir de que se estableció la pandemia se vio vulnerado el derecho a la circulación que tendría una doble visión: la protección por parte del Estado, con algunas excepciones, y la de algunas personas que desde su óptica la ven como una limitante a su garantía.
En cuanto a los derechos civiles, considera que uno que tuvo una gran afectación fue el de acceso a la justicia, cuya impartición se vio paralizada durante ocho meses creando un problema más a quienes enfrentan algún proceso.
Por lo que se refiere a los DESC, dijo que en el aspecto económico la vulneración más importante se registra en el trabajo (contratación, problemas para el pago de salarios y despidos), por lo que opinó que no obstante el gobierno ha implementado una serie de medidas como diferir el pago de impuestos; nuestro país otorga algunos apoyos económicos a adultos mayores, “aunque esto no resuelve el problema, sólo los paliativos, por lo que es necesario reenfocar esta política para replantear la manera de cómo se está aplicando.
En el caso de los derechos sociales, el investigador universitario opinó que se ha sentido el impacto en los servicios en general que debe dar el Estado, los cuales se han visto mermados, principalmente el derecho a la salud, que debería estar protegido.
Al referirse a los derechos culturales, señaló que entre ellos se encuentra el relativo a la educación, sobre todo la de nivel básico (primaria, secundaria y bachillerato), en donde se ha visto una transformación en la forma en que se está garantizando; sin embargo, dijo que colocar las clases en las pantallas del televisor o en la radio no garantiza la solución del problema con efectividad, “es una resolución que se tomó momentáneamente, pero existe la incertidumbre por conocer cuál será la calidad en la educación de los niños y adolescentes”.
En contraparte, el catedrático de la Facultad de Derecho resaltó que la formación de profesionistas en el nivel universitario ha registrado avances con la creación de las plataformas necesarias, que aun cuando requieren de algún perfeccionamiento son una realidad por su utilidad para llevar a cabo el proceso de la educación superior; “no obstante, existen algunas carreras en donde lo presencial es fundamental”.
Al referirse a los grupos indígenas, los consideró vulnerables con el aumento de sus problemas relacionados con la salud, los servicios que reciben y el respeto a su autonomía, la cual, precisó, no se está cumpliendo como un derecho humano previsto en la Constitución; “dentro de los grupos vulnerables, el de los indígenas tienen necesidades mayores de atención que no se están cubriendo adecuadamente”.
Para concluir, José Luis Cuevas consideró que la pandemia “nos deja muchas enseñanzas, es un parteaguas en la historia, ha modificado los usos sociales, las costumbres; nos deja enseñanzas en la necesidad de la convivencia humana, de cómo la desarrollamos, con la circunstancia de encontrar una mejor calidad de convivencia a futuro, de darnos cuenta de la imposibilidad de relacionarlos con quien necesitamos y deseamos, nos ha abierto un mundo que estaba inexplorado por la generalidad, que tiene que ver con las tecnologías de la información y la comunicación, con las formas de comunicación no presenciales, aprendizaje en el que estamos en pleno desarrollo”.