SOCIEDAD Y CIENCIA: COLUMNA VERTEBRAL EN LA INVESTIGACIÓN DE FRONTERA.
Por: Hernández-Cruz Brenda A., Elizalde-Contreras José M, Quiroz-Figueroa, Francisco R, Ruiz-May, E.
Laboratorio de Proteómica, Clúster Científico y Tecnológico BioMimic®, Instituto de Ecología A.C.
Palabras clave: sociedad y ciencia, Instituto de Ecología, Cafecol, casa abierta, semana de la ciencia.
Resumen: La sociedad y la ciencia siempre han ido de la mano, ya que en todos los aspectos de la vida los nuevos productos asociados con ciencia e innovación, la sociedad evalúa y considera aptos para su uso. Cuando un producto tecnológico, médico, innovador, etc. sale al mercado, el futuro de este no depende de grandes empresarios, sino de los críticos con mayor peso: los consumidores.
Probablemente, el ejemplo más fuerte de evolución y establecimiento de una sociedad puede ser explicada con el descubrimiento del fuego por parte del Homo erectus, muchas son las versiones de este suceso, pero lo que sobresale es el uso de lo que ahora conocemos como método científico (Preguntar, observar, plantearse un problema, experimentar, analizar y concluir) muy probablemente esto permitió que esta sociedad pudiera aprender a “crear”, utilizar y “dominar” al fuego, sin duda eso mejoró y permitió el desarrollo, dando paso a una sociedad civilizada, industrializada y tecnológica. Es debido a esta evolución tecnológica que la ciencia tiene influencia en cualquier ámbito y de ahí su importancia a nivel mundial, ya que muchos descubrimientos o implicaciones han mejorado la calidad de vida centrando parte de los recursos del gobierno en la formación e investigación científica. La generación de vacunas contra el SARS-Cov-2 es ejemplo muy ilustrativo en donde muchos años de estudio en generación de conocimiento a permitido generar esto biológicos en tiempos impensables. Ademas, la pandemia del COVID-19 crea la necesidad de una mayor inversión en ciencia y tecnología en los diferentes gobiernos del mundo.
El Instituto de Ecología, interesado en la interacción y apoyo a la sociedad.
En el país existen 26 centros públicos de investigación científica pertenecientes al Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología1. Entre sus múltiples objetivos destacan aquellos que buscan realizar investigación que contribuya a solucionar problemas que aquejan a la sociedad. En Xalapa-Enríquez, la capital del estado Veracruz Ignacio de la Llave, desde 1984 se cuenta con el Instituto de Ecología, que tiene como objetivo: “[…]continuar e impulsar el desarrollo del país, evitando al máximo posible la afectación del medio ambiente y la riqueza biológica de los ecosistemas, que condicionan la calidad de vida y el bienestar de la población…” Para fortalecer este ideal en el año 2015, se inauguró el Clúster Científico y Tecnológico Biomimic que tiene como base tres condiciones: ciencia-sociedad-ecosistema (desarrollo sustentable).
Uno de los grandes logros que impulsa a este grupo científico y se puede observar en las paredes del edificio fue el desarrollado por el antes Director del Inecol y ahora investigador titular de la Red de Manejo Biorracional de Plagas y Vectores, el Dr. Martín Aluja; quien en 2004, logró abrir las puertas del mercado internacional al aguacate ´Hass´ (Persea americana mill), demostrando que éste no figuraba como un hospedero de la mosca de la fruta, de esta manera se activó la exportación del fruto y la generación de ingresos económicos a Aguacateros de diferentes partes del país2. Pero ¿Cómo se gesta esta importante investigación? Como autores se enlistan tres investigadores representantes de distintas instituciones: públicas-federal (SENASICA/SEDER, anteriormente conocido como SAGARPA), universidades (Universidad Veracruzana) y centros públicos de investigación (INECOL). En el artículo, se destaca el papel fundamental de Empacadores y Exportadores de Michoacán, estado donde se desarrolló la investigación. Este tipo de investigaciones logran consolidar diversos puntos de vista, donde la sociedad totalmente externa a términos Químicos, Biológicos, condiciones ambientales, entomológicos, etc., contribuye como parte fundamental en el desarrollo de ciencia de frontera aportando conocimiento empírico que sin duda es de suma importancia.
Otro gran ejemplo de la comunión entre la sociedad y la ciencia es el establecimiento de grupos que apoyen el comercio mediante la debida capacitación e información a los vendedores. Entre el año 2016-2017, México se posicionó como undécimo productor mundial de café, resaltando el estado de Chiapas como primer productor a nivel nacional, seguido de estado de Veracruz, representando más de 500,000 fuentes de empleo en esta última región, por lo que su pertinente comercialización y presentación en el mercado son de suma importancia. Desde algunos años, se inició el Cafecol, Centro Agroecológico del Café A.C, el cual se encuentra en las instalaciones del INECOl. El cafecol, tiene como objetivo “[…]impartir conocimiento y desarrollar tecnología sustentable de la cafeticultura…” ofreciendo certificaciones sobre catación de café que permita instruir a los productores para mejor sus cultivos, así como ofrecer servicios de laboratorio para dar respuesta a aquellas problemáticas relacionadas con el control de plagas y enfermedades3.
La ciencia cautivadora de jóvenes, nuevos pilares de la sociedad.
Con una frase muy concreta “los jóvenes son y serán el futuro de México” la sociedad exige y señala a los que debemos liderar el país. Por su parte, la ciencia toma este enunciado como algo real y considera necesario incluir a los jóvenes para formarlos como futuros investigadores incluyentes de la sociedad. Pero ¿Cuál es la estrategia que utilizan los centros de investigación en México para incluir a los jóvenes? Cada laboratorio esta abierto a recibir jóvenes universitarios interesados en desarrollar prácticas, servicio social y tesis recepcional (en algunos casos se apoya a los jóvenes con una beca). En este ámbito científico, los jóvenes reafirman los conocimientos adquiridos en su formación universitaria y adquieren habilidades en el desarrollo de nuevas actividades. Pueden participar en eventos de talla nacional e incluso conocer a científicos ampliamente reconocidos. Pero más allá de lo científico, se instruyen jóvenes que tengan el deseo de ayudar a la sociedad y que una vez inmerso en esta, sepan identificar problemas latentes y cómo resolverlos. Muchos de los estudiantes que acuden a los laboratorios, continúan sus estudios realizando un posgrado. Según datos del Sistema Nacional de Información de Estadística Educativa, se posee una matrícula de 237,617 estudiantes de posgrado, de los cuales, sólo el 3.3% del total son estudiantes veracruzanos, y de esta última cifra 54.9% son mujeres y 45.1% hombres4. Cifras recopiladas del 2009-2017 indican que el porcentaje de egresados de especialidad, maestría y doctorado ha aumentado de manera significativa para las mujeres, reducen con esto la brecha que hace algunos años se presentaba frente a los hombres. Es destacable la labor realizada por las mujeres en el ámbito científico y tecnológico, hasta el 2016 la matrícula del Sistema Nacional de Investigadores (SNI) mostraba la presencia de 15,992 hombres y tan solo 9,080 mujeres involucradas en el desarrollo de la ciencia, siendo evidente la carencia de mujeres investigadoras, pero no por esto menos significativa5.
Otra estrategia que ha dado buenos resultados en la inclusión de grupos de la sociedad en la ciencia es la apertura de los centros de investigación en una fecha determinada a toda la comunidad, esto a través de programas como “casa abierta” “semana de la ciencia”, etc. en diferentes partes de la república, donde la atención se centra en los visitantes, principalmente niños y jóvenes. En este evento cada grupo de investigación presenta dinámicas, manualidades, exposiciones, talleres, obras de teatro, fotografías y juegos que permitan explicar el trabajo que desarrollan. De esta manera, se presenta a la ciencia como una actividad divertida y apta para toda clase de público. Modificando así el cliché que se tiene sobre aquellos que realizan ciencia.
Participación de los científicos en el desarrollo de la sociedad
Somos un país en vias de desarrollo con grandes recursos naturales y una población carente de respuestas y llena de dudas. Gracias a la participación y entusiasmo de muchos investigadores en el establecimiento de ciencia de frontera se ha llegado a competir con países desarrollados, dejando claro que el compromiso como científico siempre será en pro del desarrollo que beneficie a la sociedad.
Para llevar a cabo un proyecto es necesario: el recurso monetario, los recursos a trabajar y las personas que estarán involucradas, estos componentes son imprescindibles. El crecimiento del país es un proyecto en el que todos debemos participar, por un lado, se encuentran un grupo de la sociedad que posee un poder adquisitivo suficiente, se poseen recursos naturales que pueden ser utilizados para la generación de fuentes de alimentos, empleo, comercio etc. Sin embargo, en esta relación bipartita el exceso o disminución de uno u otro, repercute de manera significativa. El grupo científico, con esa cualidad de observación y critica puede intervenir como mediador en los proyectos de esta sociedad, que permitan llevar al país hacia un futuro prometedor y un alta en el comercio nacional e internacional sin afectar los recursos naturales.
Hasta hace varios años la ciencia solo se hacía entre cuatro paredes, pero ahora la ciencia es inclusiva, alerta de lo que sucede a su alrededor y en la ecuación del bienestar social, necesita adoptar un papel conciliador.
2Aluja, M., Díaz-Fleischer, F., & Arredondo, J. (2004). Nonhost Status of Commercial Persea americana ‘Hass’ to Anastrepha ludens, Anastrepha obliqua, Anastrepha serpentina, and Anastrepha striata (Diptera: Tephritidae) in Mexico. Journal of Economic Entomology, 97(2), 293–309. https://doi.org/10.1603/0022-0493-97.2.293
3www.inecol.mx
4www.siicyt.gob.mx
5www.foroconsultivo.org.mx