Descomposición de hojarasca: eterno retorno
Claudia Alvarez-Aquino1, Guadalupe Williams-Linera2, Javier Tolome2
1 Instituto de Investigaciones Forestales, Universidad Veracruzana
2 Red de Ecología Funcional, Instituto de Ecología, A.C.
¿A dónde fueron a dar tantas hojas de un árbol? Las hojas, junto con flores, frutos y ramitas que caen de los árboles forman la hojarasca.
Palabras clave: composta, descomposición de hojas, hojarasca
¿Has visto cerros de hojas en calles y jardines? La gran cantidad de hojas que encontramos en la vía pública de nuestras ciudades durante la temporada del otoño nos recuerda que, a pesar de la acelerada vida urbana, la naturaleza cumple con sus tiempos y formas. Hace algún tiempo, en las ciudades, tiraban a la basura las hojas que barrían. En las calles, cortaban los árboles, sólo porque al tirar hojas “echaban basura”. Las cosas están cambiando, lo correcto es ser amigable con el ambiente, con la naturaleza. Hemos aprendido de lo que pasa en los bosques y se está aplicando en la ciudad. Por ejemplo, ahora sabemos que la hojarasca no es basura.
La hojarasca es la principal entrada de nutrientes al suelo, técnicamente es la liga entre vegetación y suelo. Imaginen que las raíces de la vegetación están tomando constantemente nutrientes del suelo, si no hay una entrada de estos con el tiempo se agotarían. La entrada de nutrientes proviene justo de esa hojarasca que de algún modo los está regresando en la materia orgánica, es un ciclo. En el bosque de niebla, la descomposición de la hojarasca se acelera por la humedad que lo caracteriza. En este proceso entran en acción la fauna del suelo, los organismos descomponedores como lombrices, los hongos y las bacterias. Esta desintegración y descomposición de materia orgánica es una parte esencial de lo que se conoce como reciclaje de nutrientes.
En el bosque, hemos estudiado por años la producción de hojarasca y nos han surgido preguntas: ¿qué tan rápido se descomponen las hojas? ¿hay diferencias en la descomposición a distintas profundidades del suelo? y ¿entre hojas de diferentes especies? ¿existe variación en la descomposición y nutrientes liberados en bosques y plantaciones?
Para entender los procesos de descomposición de las hojas, en el otoño de 2020 iniciamos un experimento para investigar la descomposición de las hojas en el suelo del bosque. Estos resultados podrán ayudar a aplicar en sitios urbanos los procesos naturales y beneficios ecológicos para el suelo y la vegetación si se deja la hojarasca.
El experimento se estableció en el bosque de niebla y en una plantación de restauración ecológica. Usamos una técnica que consiste en medir la tasa de descomposición de las hojas en bolsitas de malla. Primero, conseguimos hojas de laurel de monte y de encino y las secamos. Luego, pusimos 1.0 g de hoja en bolsas, las etiquetamos y las colocamos en muchos sitios en la superficie del suelo y enterradas a 15 cm de profundidad. Después de meses, las recogimos y las llevamos al laboratorio donde abrimos cada bolsa y lavamos lo que quedaba de las hojas, lo secamos y lo pesamos. Con esos datos procedimos a calcular el porcentaje de masa remanente (lo que quedaba de hojas) y su tasa de descomposición (k) mediante una ecuación.
Nuestros resultados muestran que algo más de la mitad se descompone en los primeros meses. La pérdida de masa inicial de hojas fue de cerca del 50% tanto en las hojas colocadas en la superficie como en las enterradas. La tasa de descomposición fue ligeramente mayor en los bosques que en la plantación y mayor en hojas de laurel de monte que en encino. Sin embargo, el promedio de k fue de 1.53, lo cual nos indica que las hojas se estarían incorporando al suelo y liberando los nutrientes en aproximadamente un año, pero que tomarán casi dos años en desaparecer. Al descomponerse, la hojarasca libera los nutrientes que a su vez vuelven a ser absorbidos por la vegetación del bosque.
La descomposición de la hojarasca es el retorno de los nutrientes al suelo. Ya queda claro que hojarasca no es basura, y se está reconociendo su valor. Por ejemplo, en los parques y jardines se almacena y se favorecen las condiciones que acelera su descomposición para hacer composta. La hojarasca se puede complementar en parques y jardines con material de poda. Otro ejemplo es la colecta de árboles de navidad una vez pasadas las fiestas, los arbolitos son reciclados o composteados, y a cambio se otorga una bolsa con abono orgánico para su jardín. A nivel doméstico, la composta se puede elaborar con residuos vegetales de la elaboración de alimentos en las cocinas. Probablemente en algunos años, la producción de composta casera sea una práctica generalizada.
El conocer el proceso de descomposición de la hojarasca y su importancia en el reciclaje de nutrientes ayuda a entender cómo la hojarasca urbana es parte vital de los procesos complejos que también ocurren en los suelos en parques, camellones, jardines y patios. Nos enseña las ventajas de imitar a la naturaleza ya que en un bosque natural todo está conectado y no hay basura o desperdicios, y la descomposición de la hojarasca es la liga esencial para el funcionamiento del ecosistema.