Estrés y cambios hormonales… ¿en las plantas?

Elvis Marian Cortazar Murillo

Centro de Reclutamiento (CRTVC), INECOL A.C.

 

Resumen:

Constantemente las plantas están expuestas a diferentes condiciones que les generan estrés; pero, la presencia de hormonas vegetales juega un papel importante en la adaptación ante esta circunstancia adversa.

 

Palabras clave: estrés, hormona vegetal, plantas.

 

Al igual que los seres humanos y animales, las plantas se encuentran en constante estrés al enfrentarse a condiciones adversas de las que, infortunadamente, no pueden huir:

  • Condiciones bióticas: presencia de bacterias, hongos, virus, nematodos e insectos.
  • Condiciones abióticas: sequía, inundaciones, salinidad, contaminación por metales pesados, temperaturas extremas y radiación ultravioleta.

El estrés ocasionado por las diferentes condiciones mencionadas con anterioridad puede inhibir el crecimiento de las plantas, alterar sus procesos fisiológicos y bioquímicos, ocasionar necrosis y alterar la absorción de nutrientes. Para sobrellevar estas situaciones hostiles, las plantas han desarrollado diferentes mecanismos en los que perciben las señales de estrés, generando respuestas favorables para su óptimo crecimiento y desarrollo. Para ello, diferentes moléculas se ven implicadas en el proceso, siendo las hormonas vegetales unas de ellas.

Pero… ¿las plantas producen hormonas? Suena extraño, pero es cierto, en teoría es el mismo concepto: pequeñas moléculas que son producidas en diferentes tejidos u órganos, en mínimas cantidades, que tienen la capacidad de mostrar su efecto en la célula o tejido que las producen o albergan. Estas moléculas impactan significativamente en el metabolismo, germinación, crecimiento y desarrollo, reproducción y muerte de las plantas, además de que juegan un papel importante en la respuesta al estrés generado por diferentes condiciones.

Así, como en los mamíferos, la clasificación de las hormonas vegetales está basada de acuerdo a sus funciones fisiológicas y estructura química, siendo las más comunes: brasinoesteroides, citoquininas, giberelinas, auxinas, ácido abscísico, ácido salicílico, ácido jasmónico y etileno. (Figura 1)

Entre estas, las últimas cuatro desempeñan un papel importante en la mediación de la respuesta de defensa de las plantas ante el estrés generado por condiciones adversas. En particular, cuando las condiciones climáticas son extremas, existen lesiones, o persiste la salinidad y sequía, los niveles de ácido abscísico aumentan, modificando el crecimiento radicular y controlando el contenido de agua, además, generan una respuesta de tolerancia ante la adversidad a la que se enfrenta la planta.

En cambio, los niveles de ácido salicílico, ácido jasmónico y etileno aumentan en condiciones de estrés generado por la presencia de patógenos, metabolitos secundarios de microorganismos (como compuestos volátiles o difusibles) o insectos herbívoros; lo que principia la activación de mecanismos de defensa que la planta tiene bien definidos, como la resistencia sistémica inducida y adquirida, confiriéndole inmunidad a la planta ante futuros enemigos, aun en tejidos lejanos al dañado en un principio. (Figura 2)

Las citoquininas, giberelinas y brasinoesteroides no se quedan atrás, ya que se ha reportado que están muy activas cuando se genera estrés por la luz, temperaturas extremas, salinidad, ausencia de agua y nutrientes, he incluso por la presencia de microorganismos y sus metabolitos secundarios. En particular, generan una respuesta de tolerancia ante la ausencia de agua en semillas, controlan el consumo de nutrientes y agua, y mejoran la germinación y crecimiento de la planta.

Si bien cada una de estas hormonas vegetales es importante para regular la respuesta de la planta ante las diversas condiciones de estrés, su contribución no es individual, sino que consta de una red de señalización compleja en la que involucra a las hormonas mencionadas anteriormente, incluyendo aquellas que juegan un papel muy importante en la estimulación del crecimiento vegetal, como las auxinas.

 

Slider: imagen obtenida de pixabay.

 

  1. Cortleven A, Leuendorf JE, Frank M, Pezzetta D, Bolt S & Schmülling T. 2018. Cytokinin action in response to abiotic and biotic stresses in plants. DOI: https://doi.org/10.1111/pce.13494
  2. Egamberdieva D, Wirth SJ, Alqarawi AA, Abd Allah EF & Hashem A. 2017. Phytohormones and Beneficial Microbes: Essential Components for Plants to Balance Stress and Fitness. DOI: https://doi.org/10.3389/fmicb.2017.02104
  3. Verma V, Ravindran P & Kumar P.P. 2016. Plant hormone-mediated regulation of stress responses. DOI: https://doi.org/10.1186/s12870-016-0771-y
  4. Colebrook EH, Thomas SG, Phillips AL & Hedden P. 2014. The role of gibberellin signalling in plant responses to abiotic stress. DOI: https://doi.org/10.1242/jeb.089938
  5. Tang J, Han Z & Chai J. Q&A: what are brassinosteroids and how do they act in plants? DOI: https://doi.org/10.1186/s12915-016-0340-8