Acercándonos a lo invisible
Frédérique Reverchon1
1 Red de Estudios Moleculares Avanzados, Centro Regional del Bajío, INECOL, Pátzcuaro, Michoacán
Resumen:
Los microorganismos son fundamentales para nuestra salud y la de nuestro planeta. Sin embargo, poco sabemos de ellos. Aquí te cuento qué podemos hacer para acercarnos al mundo invisible de los microorganismos.
Palabras claves: microbiología, educación, divulgación de la ciencia
Para quienes trabajamos con microorganismos, hablar de nuestra investigación con personas que no tienen nociones de microbiología puede resultar un poco frustrante. En general no tenemos fotos llamativas que mostrar en nuestras conferencias o en nuestros cursos, a diferencia de nuestros y nuestras colegas que trabajan con axolotes, monos, orquídeas, o selvas tropicales. En las comidas familiares, cuando tu tío te pregunta: “¿y con qué trabajas?”, y le respondes muy emocionada: “Con bacterias, Tío”, suele ser el final de la plática. Lo que parecería ser desinterés por parte del público en general, o de mi tío en particular, es en realidad una falta de conocimiento del mundo microbiano y de lo asombroso que pueden ser los microorganismos. Y nos toca a nosotros compartir este conocimiento y hacerlo lúdico y entretenido.
Me podrían decir: ¿y por qué son importantes los microorganismos, salvo para enfermarnos? Efectivamente, cuando pensamos en microorganismos, pensamos antes que nada en patógenos: en el virus SARS-COV-2 y sus múltiples variantes, en las infecciones causadas por Staphylococcus aureus o por el bacilo de la tuberculosis. Pero la mayoría de los microorganismos cumplen funciones que son esenciales para nuestra salud, la de las plantas y de otros animales, y para el buen funcionamiento del medio ambiente. Por ejemplo, en los animales, los microorganismos de la piel nos protegen de enfermedades, y los del intestino contribuyen a nuestra digestión; en las plantas, las bacterias fijadoras de nitrógeno alimentan a las leguminosas y participan en la fertilidad del suelo; en el suelo, algunas bacterias y algunos hongos son capaces de hacer que el fósforo, un recurso indispensable para el sano crecimiento de las plantas, pero generalmente muy escaso, se vuelva más disponible. Incluso se piensa que la capacidad fotosintética de las plantas (lo que les permite captar el CO2 de la atmósfera y producir el oxígeno que respiramos) se originó por su asociación estrecha con microorganismos. Realmente, los microorganismos fotosintéticos como lo son las cianobacterias, son los que permitieron el desarrollo del planeta Tierra como lo conocemos. Y finalmente, aunque no menos importante, son microorganismos los que son capaces de fermentar nuestro pan o nuestra cerveza, o los que producen muchos de los antibióticos o probióticos que ayuden a mantenernos saludables (Figura 1).
¿Entonces? Si son tan importantes los microorganismos, ¿por qué sabemos tan poco de ellos? ¿Y por qué no nos interesan tanto como otros seres vivos? Aquí aplica el dicho “Ojos que no ven, corazón que no siente”. Los microorganismos son invisibles a simple ojo y, por lo tanto, no son llamativos, salvo que podamos observarlos con un microscopio o adentrarnos en su genoma. Por lo tanto, necesitan de “embajadores” o de “responsables de relaciones públicas” que se encarguen de comunicar la importancia de conocerlos, preservarlos y aprovecharlos.
Existe un movimiento internacional, encabezado por el Prof. Kenneth Timmis, un destacado microbiólogo, para fomentar la “educación microbiológica”, o lo que se conoce en inglés como “microbiology literacy”. Este movimiento resalta la importancia de que todas y todos tengamos acceso a este conocimiento microbiológico, tan fundamental para nuestra salud y la del ambiente, y que esta información sea parte de las decisiones políticas que se toman para atender grandes problemas como el cambio climático global, la creciente resistencia a antibióticos, la contaminación de suelos o aguas, o las pandemias. Para que todas las personas podamos conocer más acerca de los microorganismos, existen diferentes acciones y estrategias que podemos implementar. Una de ellas es establecer colaboraciones entre microbiólogos(as) y maestros(as) para que los niños(as) puedan acercarse desde temprano a este mundo invisible. Por ejemplo, fomentando el desarrollo de experimentos científicos sencillos en clase o, para niños(as) más pequeños(as), realizando talleres como dibujos o plastilina; organizando salidas de campo para observar sitios contaminados, visitar plantas de tratamiento de agua o fábricas de quesos, o conocer laboratorios de microbiología. También, en colaboración con artistas e ilustradores, generar material didáctico como infografías, dibujos, comics, canciones, libros para colorear, cuentos, e incluso preparar pasteles que nos ayuden a mostrar lo extraordinario de los microorganismos (Figura 2). ¡Empecemos a visibilizar a estos seres invisibles!
Literatura adicional:
Timmis K, Cavicchioli R, Garcia JL, Nogales B, Chavarría M, Stein L, McGenity TJ, Webster N, Singh BK, Handelsman J, De Lorenzo V. 2019. The urgent need for microbiology literacy in society. Environmental Microbiology 21(5): 1513–1528.
Timmis K, Timmis J, Jebok F. 2020. The urgent need for microbiology literacy in society: children as educators. Microbial Biotechnology 13(5): 1300-1303.
Figuras:
Portada: Actividad “arte y microbiología”, en el marco del programa ProVocaciones del INECOL. Los dibujos fueron elaborados con bacterias por niños de primaria y por miembros del Laboratorio de Microbiología Ambiental del INECOL.
Figura 1: La importancia de los microorganismos. Infografía elaborada por Marycruz Álvarez Jímenez, estudiante de Doctorado del Posgrado de INECOL.
Figura 2: Visibilizando los microorganismos con dibujos (Kevin D. Méndez), plastilina (Mariel García) o pasteles (Aranza Rodríguez).