México. 26 de junio del 2024.-Apesar de que hace varios meses se decretó que el COVID-19 dejó de ser una pandemia, la realidad es que esto no descarta la posibilidad de volver a tenerla nuevamente, pues se cree que México podría empezar a tener una ola de contagios en pleno 2024 y a continuación te revelamos el motivo detrás de esto.
Los niveles de COVID-19 en Estados Unidos se encuentran en sus puntos más bajos desde el fin de la pandemia, una nueva variante del virus amenaza con desencadenar una nueva ola de contagios.
Se trata de la variante FLiRT, que ha superado a la JN.1 para convertirse en la cepa dominante en Estados Unidos y a pesar de que solo es en este país, la realidad es que debido a la potencia del mismo, podría llegar a algunos otros como México o a todo el mundo, convirtiéndo al virus una vez más en una pandemia.
De acuerdo con datos de un artículo de la Universidad de Yale la variante KP.2, parte de la familia FLiRT, representaba más del 25% de los casos de COVID-19 en Estados Unidos a mediados de mayo, casi el doble que la JN.1. Otra variante relacionada, la KP.1.1, también ha causado alrededor del 5% de los contagios.
Las variantes FLiRT son derivadas de la variante JN.1, que a su vez pertenece a la familia Ómicron. El término FLiRT hace referencia a las ubicaciones de las mutaciones que el virus ha adquirido, algunas de las cuales facilitan la evasión de la respuesta inmune del cuerpo y aumentan la posibilidad de contagio.
Según el experto Andy Pekosz, de la Universidad Johns Hopkins, estas variantes están acumulando mutaciones que pueden hacer que los anticuerpos generados por la vacunación o la infección previa ya no sean efectivos contra el virus, un fenómeno conocido como “escape de la inmunidad”.
Aunque el riesgo de una mayor transmisibilidad y un posible repunte de casos en verano es real debido a las mutaciones de las variantes FLiRT, los expertos señalan que aún no se sabe lo suficiente para predecir con certeza los próximos cambios y su impacto en la propagación del virus.
Aunque las olas de contagio parecen ser cada vez más pequeñas, los expertos advierten que las poblaciones de mayor riesgo siguen siendo las personas de la tercera edad, las personas inmunocomprometidas y aquellas con otras afecciones médicas secundarias.