Xalapa, Ver.- La Universidad Veracruzana (UV), a través del Instituto de Investigaciones Cerebrales (Iice), realizó en la Unidad de Servicios Bibliotecarios y de Información (USBI) el Primer Minisimposio sobre Cerebro Sexual, que congregó a profesionales en salud, docentes, especialistas y estudiantes de distintos niveles, con el objetivo de promover una reflexión crítica e interdisciplinaria en torno al tema.
Luis Isauro García Hernández, director del Iice, explicó que el evento abarcó desde el origen de la vida misma hasta el debate contemporáneo sobre la sexualidad y su intrincada organización biológica y cultural.
“Hablar de sexualidad requiere un enfoque interdisciplinario que aglutine conocimientos de ciencias naturales, sociales y humanísticas para comprender la complejidad del cerebro”, puntualizó.
Genaro Coria Ávila, coordinador del minisimposio, comentó que el evento integró perspectivas biológicas, psicológicas, sociales y culturales que componen a la sexualidad humana, con la finalidad de generar pensamiento crítico en torno a las creencias sobre el sexo, las cuales muchas veces desarmonizan a la sociedad.
“Si bien los debates de diversidad sexual se enmarcan en contextos sociales y culturales, la investigación científica integral fundamental es necesaria para su comprensión completa”, enfatizó.
Diferenciación sexual del cerebro
Al impartir de manera virtual la primera conferencia del simposio, José Alonso Fernández Guasti, investigador del Instituto Politécnico Nacional, mencionó que los cerebros de hombres y mujeres son 99% idénticos, por lo que ninguno es superior al otro.
Especificó que los de varones producen serotonina –neurotransmisor influyente en el estado de ánimo– a una velocidad superior que las féminas, lo cual puede explicar por qué las segundas sufren más casos de depresión.
“Las mujeres presentan mayores padecimientos de anorexia nerviosa, síndromes de jaqueca, bulimia y esclerosis múltiple, mientras que en los hombres la dislexia, esquizofrenia, autismo y apnea del sueño son más comunes”, puntualizó.
El investigador comentó que la orientación sexual en humanos se estipula durante el desarrollo temprano, bajo la influencia de antecedentes genéticos y factores que determinan la interacción entre las hormonas sexuales y la evolución del cerebro.
Explicó que la investigación biológica en torno a la homosexualidad no pretende establecer un marcador ni prevenir, curar o modificar el comportamiento homosexual.
Por el contrario, puede ser útil para cambiar la actitud negativa sobre ella, ayudar a los padres y otros familiares a entender que no es una elección de vida o el resultado de una educación deficiente, y a fin de concientizar a la población de que es un comportamiento influenciado durante el desarrollo intrauterino, que puede verse simplemente como una característica más del individuo.
Con información de Universo