- Pocas son las investigaciones de arqueología histórica en Veracruz, incluso en el país, expuso la hoy arqueóloga Natalí Pucheta Rubí
Karina de la Paz Reyes Díaz
Xalapa, Ver.- Con la tesis “Análisis espacial y cronológico de la Hacienda ‘La Victoria’, Catemaco, Ver.”, Natalí Pucheta Rubí obtuvo el grado de Licenciada en Arqueología por la Universidad Veracruzana (UV). Se trata de un trabajo que implicó desde investigar el sistema de haciendas en la Nueva España, en Veracruz y específicamente en la región de Los Tuxtlas, su transformación en el siglo XIX, incluso contempla la memoria local y recuerdos transmitidos en la vida del hoy pueblo.
La tesis fue desarrollada bajo la dirección de la investigadora Lourdes Budar y contó con la asesoría de Alfredo Vargas González y Gibránn Becerra Álvarez.
Está conformada por 392 páginas en las que Natalí parte de la geografía, la historia y la arqueología en la región de Los Tuxtlas; habla del sistema de las haciendas y el de encomiendas en la Nueva España; así como de las de Veracruz y su transformación en el siglo XIX; cita a los encomenderos, hacendados y población del sur de Veracruz.
Analiza el sistema de haciendas en la región de Los Tuxtlas; da pormenores de la exploración y recopilación de información en la Hacienda La Victoria, Catemaco, Veracruz, tal es el caso de la caracterización de las fases de ocupación y materiales de ésta.
Especifica un análisis del contexto, que va desde el registro arqueológico de la Hacienda La Victoria; los análisis de materiales arqueológicos (como la cerámica y monedas) y de documentos históricos; la memoria local y los recuerdos transmitidos en la vida de la hacienda; la vida cotidiana, cómo vivieron ahí el movimiento agrario, la demolición de la Casa Grande. Todo ello, acompañado de material visual como mapas, fotografías antiguas del lugar y de documentos, así como tablas con información sistematizada.
En entrevista, aclaró que si bien su investigación consideró los documentos históricos y la memoria local, “no es una microhistoria del lugar, dado que incluye datos del registro arqueológico que se llevó a cabo.
”En mi tesis, un apartado se puede leer como una microhistoria de La Victoria; sin embargo, esto sólo es una parte porque La Victoria, como espacio, ha sido habitada desde tiempos prehispánicos, ya que se identificaron vestigios arqueológicos en el pueblo actual.”
Natalí Pucheta remarcó que en sí, todo el trabajo es importante toda vez que las investigaciones de arqueología histórica en México y en Veracruz no son comunes. “La mayoría de los estudios se enfocan en lo prehispánico y la arqueología engloba también el periodo colonial, el independiente y contemporáneo”, justificó.
La Victoria demolida
En su opinión, tres son los puntos más significativos de esta investigación: la vinculación con la comunidad, por medio de la aplicación de entrevistas, pues ello permitió dar voz a la mayoría de las personas que habitaron en la hacienda, a través de sus descendientes.
El hecho de que se haya logrado conocer la conformación histórica de la Hacienda La Victoria, por medio de una estrategia interdisciplinaria que implicó el registro arqueológico, el análisis documental y el registro de la memoria local, da pie a futuras investigaciones en otras haciendas que formaron el Cantón de Los Tuxtlas.
En su investigación, la arqueóloga precisa que dicha hacienda data de 1896, cuando se conformó el casco, hasta 1937 con la creación del ejido; que tuvo una extensión de dos mil 843.28 hectáreas, y que fue demolida en 2008 para construir, con ayuda del municipio de Catemaco, el Salón Social “Lic. Jorge Alberto González Azamar”. “Dicha decisión no fue consultada al interior de la comunidad.
”Al inicio de esta investigación se cuestionó acerca del porqué las personas de La Victoria no consideraron patrimonio a la Casa Grande. La respuesta que se tuvo es que a la mayoría les recordó una etapa de injusticia y violencia que vivieron sus seres queridos y fue por ello que no quisieron conservar el edificio”; enseguida, remarca la importancia de continuar con las investigaciones sobre el sistema haciendas en aquella región de la entidad.
Como también lo dejó plasmado en el documento, la pandemia fue un reto paralelo a la investigación misma, pero no un impedimento para concluirla.
En ese tenor, expuso a manera de mensaje para la comunidad estudiantil universitaria que ahora está en pleno desarrollo de sus investigaciones: “Usen los recursos que se tienen a la mano, como repositorios electrónicos o bibliotecas. Aunque hay carreras que necesitan hacer trabajo de campo y de laboratorio, como en Arqueología, mi recomendación es que lo dejen pendiente y avancen lo más que puedan en lo teórico.
”Algo importante que debemos considerar es que muchas de las actividades que hayamos planteado no se podrán realizar por la pandemia, y es ahí donde hay que hacer frente a la contingencia para sacar adelante la investigación. Desde mi experiencia, sé que no tener medios electrónicos hace más arduo el trabajo, sin embargo, esto no es una barrera para lograr lo que nos proponemos.”
Actualmente, Natalí está en la búsqueda de formar parte de proyectos de investigación de esta naturaleza o de la disciplina arqueológica en general.