- La investigadora Blanca Cortina afirma que involucrar a los habitantes de localidades ubicadas en el Sistema Lagunar de Alvarado, ha sido indispensable para la protección de esta especie
- Este sistema se está viendo reducido por la práctica de la ganadería
Carlos Hugo Hermida Rosales
Xalapa, Ver.– Blanca Elizabeth Cortina Julio, del Instituto de Investigaciones Biológicas de la Universidad Veracruzana (UV), enfatizó que la participación comunitaria ha sido fundamental para proteger a las población de manatí dentro del Sistema Lagunar de Alvarado.
La investigadora participó el 7 de septiembre en el Foro “Un gordito con cuerpo de sirena: acción comunitaria para su cuidado”, que formó parte del ciclo temático en línea “Guardianes de la biodiversidad. ¿Qué hacer para que México siga siendo un país megadiverso?”, organizado por el grupo de divulgación ADN. Aprende y Descubre la Naturaleza, teniendo como marco los festejos del Día Nacional del Manatí.
También intervino Paloma Ladrón de Guevara, de la Universidad Nacional Autónoma de México; Benjamín Morales Vela, del Colegio de la Frontera Sur, y Darwin Jiménez Domínguez, de la Universidad Juárez Autónoma de Tabasco.
Blanca Cortina mencionó que el Sistema Lagunar de Alvarado posee una extensión de alrededor de 280 mil hectáreas, de las que 19 mil están ocupadas por manglar, que se ha reducido debido a la introducción de ganado en la zona.
Comentó que la UV inició en 1998 un proyecto coordinado por Enrique portilla, que tenía por objetivo proteger al manatí y en el que se involucró a los habitantes de localidades de la región.
Hay registros de presencia de manatí en todo el sistema lagunar, principalmente en las lagunas de Alvarado y Tlalixcoyan, así como en el río Limón.
Los trabajos de conservación del manatí liderados por la UV han logrado que los habitantes de la zona cambien su percepción hacia este mamífero marino, y que se sumen a los esfuerzos para preservarlo.
“Hay adultos mayores que en el pasado fueron cazadores de manatí y que ahora lo protegen, y difunden entre sus nietos y bisnietos la importancia de conservarlo”.
En las labores de protección del manatí ha sido fundamental la colaboración de los pescadores de la región, que contribuyen activamente en el trabajo social y en los talleres de educación ambiental, pero sobre todo la participación infantil.
“Los niños valoran al manatí como una especie de gran importancia en el humedal y el mundo, y se sienten orgullosos de habitar en la misma región que él”, aseguró.
La investigadora resaltó que la UV intercambia experiencia y conocimientos sobre la captura y manejo del manatí con asociaciones e institutos de otros estados como Tabasco y Quintana Roo, con los que imparten y reciben capacitaciones.
El manatí fue un recurso de gran valor para las personas que habitan en las localidades cercanas al Sistema Lagunar de Alvarado, por lo que es necesario presentarles alternativas y proyectos sustentables que les generen otras opciones de obtener ingresos.
Compartió que la UV capacita a estas personas en la comercialización de artesanías elaboradas con lirio acuático, en la fabricación del gordito con cuerpo de sirena en madera, así como en la organización de recorridos ecoturísticos en los que se muestra a los visitantes las bellezas naturales de la región.