• La arquitectura contemporánea debe generar alternativas para dotar de residencias confortables a la población vulnerable

 

Daniel Rolando Martí Capitanachi, académico de la Facultad de Arquitectura

Daniel Rolando Martí Capitanachi, académico de la Facultad de Arquitectura

 

Carlos Hugo Hermida Rosales 

Xalapa, Ver. Daniel Rolando Martí Capitanachi, catedrático e investigador de la Universidad Veracruzana (UV), sostuvo que la arquitectura contemporánea es una herramienta útil para mejorar la vida de las personas en cualquier circunstancia y no sólo en épocas de contingencia.  

Aseguró que uno de sus principales objetivos es generar un hábitat amable, cómodo y empático con el hombre el entorno que le rodea.  

Mencionó que los seres humanos son gregarios y están acostumbrados a vivir en comunidad, y que los espacios públicos como las calles, plazas y centros comerciales aparecen como una representación de esa necesidad de manifestarse y estar en contacto con sus semejantes.  

Enfatizó que por ahora estos espacios representan un gran riesgo para las personas, ya que al acudir a ellos podrían contraer coronavirus (Covid-19), por lo que las viviendas deben ser una alternativa real para el sano esparcimiento. 

El docente de la Facultad de Arquitectura explicó que las ciudades latinoamericanas y en especial las mexicanas cuentan con un patrón de desarrollo extensionista, en el que se posee un mayor uso de territorio que en otros contextos como las urbes europeas o árabes, que tienen una alta densidad de población en espacios pequeños.  

“Esto permite que el contacto social sea menos estrecho y que se realice sobre todo en el ámbito del espacio público”, mencionó. 

Si bien un gran sector de los pobladores de México carece de viviendas que cumplan con requisitos necesarios para brindar estabilidad, comodidad y resguardo a sus integrantes, y que en los lugares que habitan el refugio y el confort no están presentes.  

Enunció que la arquitectura contemporánea debe generar alternativas y respuestas de vivienda cómoda a la población más vulnerable, tanto para tiempos de contingencia como para su vida en general. 

“En la medida en que cada individuo reconozca un sitio personal donde pueda pasar un momento de paz y confort ante una situación adversa, el uso del espacio público podrá ser prescindible”, enunció 

Martí Capitanachi destacó que otro de los factores indispensables que la arquitectura contemporánea debe tomar en cuenta es el uso racional de los recursos naturales, entre ellos el agua.  

“Aunque la mayoría de las ciudades mexicanas cuentan con un servicio regular de agua potable, ésta es un bien preciado que cada vez escasea más y debe cuidarse, ya que la mayor parte de medidas de higiene dependen de su presencia”, concluyó.