- El Director del Instituto de Investigaciones Médico Biológicas de la UV dijo que de forma oportuna se promovió el “Distanciamiento social” y el lavado de manos, además de mantener la actividad esencial al mínimo
Si bien es responsabilidad de los gobiernos, es fundamental que la sociedad civil lo entienda y acate para que la presentación de casos graves sea lo más despacio posible
David Sandoval Rodríguez
Xalapa, Ver.- Las medidas tomadas por el sector salud mexicano ante la llegada del brote de coronavirus han sido adecuadas, expresó José María Remes Troche, director del Instituto de Investigaciones Médico Biológicas (IIMB) de la Universidad Veracruzana (UV).
Advirtió que es difícil determinar cuál es la mejor estrategia, ya que los países cuentan con diferentes sistemas de salud y políticas al respecto.
“Las estrategias realizadas en países como Italia y España han fallado, y otras como en Corea y Japón han funcionado; creo que el modelo implementado en México es el adecuado para nuestras condiciones socioeconómicas y nuestro sistema de salud”, manifestó.
De forma oportuna se invitó al “Distanciamiento social” y al lavado de manos, al menos antes que en otros países y se decidió mantener la actividad esencial al mínimo.
Si bien es responsabilidad de los gobiernos, es fundamental que la sociedad civil lo entienda y acate para que la presentación de casos graves sea lo más despacio posible, recalcó.
Anualmente se reportan numerosos casos de neumonías asociadas a otros virus como influenza A-H1N1; sin embargo, el nuevo coronavirus al parecer tiene una mortalidad del cinco por ciento, y esto se debe a múltiples factores, pero el más importante es que no existe inmunidad previa al virus, enfatizó el investigador. “Al ser un nuevo virus que ataca a la especie humana, hasta antes de noviembre de 2019 no existían personas expuestas a éste”.
Dicho factor es crucial ya que para otros virus que circulan o en el caso específico de la influenza, al ser virus estacionales, es decir que han existido previamente, o incluso para los cuales hay vacuna, existe un porcentaje importante de la población que es inmune y por lo tanto no desarrollará la enfermedad, abundó.
También es importante reconocer que para otros virus existen medicamentos eficaces y aprobados como oseltamivir, ribavirina, etcétera; no obstante, remarcó que “en el caso del SARS-CoV2, conocido como coronavirus, al momento no existe evidencia sólida que demuestre que algún antiviral disponible en el mercado pueda ser de utilidad”.
Remes Troche sugirió acatar las acciones establecidas para la contingencia, “definitivamente el distanciamiento social, el lavado de manos, el uso de cubrebocas (en personal de alto riesgo, específicamente), quedarse en casa e identificar a la población de mayor riesgo de complicaciones”.
En dicho sentido, recordó que hasta un 80 por ciento de los casos serán leves y autolimitados, por ello el insistir en dichas acciones va encaminado a mitigar y retrasar lo más que se pueda la aparición de casos, para que si un sujeto tiene una manifestación grave la disponibilidad de atención médica sea proporcionada.
Recordó además que tanto en las regiones universitarias como a través de la Dirección General de Investigaciones (DGI) se ha trabajado en un programa institucional para tratar de vencer a esta pandemia juntos.
“Creo que dentro de la UV y el IIMB nuestra labor debe seguir siendo apoyar las acciones generales emitidas por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y el Gobierno Federal. Además, cada entidad está trabajando en lo que esté en sus manos para apoyar a los prestadores de salud como médicos y enfermeras, al igual que tener acceso básico al equipo de protección personal; hay dependencias que apoyan en la realización de máscaras y caretas, otras han comprado cubrebocas para enviar a los estudiantes y así cada quien va sumando”.
Remes Troche consideró que el panorama a corto plazo es que probablemente a partir de esta segunda quincena de abril entremos en una fase tres de transmisión comunitaria acelerada, donde veremos cada vez más casos.
“En ese sentido, hay que redoblar los esfuerzos para que llegado este momento continuemos con las medidas recomendadas; a mediano plazo, probablemente de mayo a julio entremos en una meseta de casos y desaceleración, pero el reto en estos meses será el de oportunamente tratar los casos graves y proporcionar la atención requerida a la mayor cantidad de estos pacientes; a largo plazo, es prudente decir que este tipo de crisis cambiará la forma de actuar y seguramente habrá algunas adecuaciones que se volverán parte de nuestra vida rutinaria como el lavado de manos frecuente y prestar mayor atención a nuestro estado de salud de forma global.”
El Director del IIMB estimó que “seguramente en los siguientes seis a 12 meses el virus se vuelva estacional, lo que implica que haya afectado hasta el 70 por ciento de la población y esté en permanente contacto con nosotros, por lo que habrá que seguir esperando el desarrollo de nuevos fármacos y quizá alguna vacuna, pero esto llevará mayor tiempo”.