- Es fundamental modificar la forma actual de hacer negocios, ya que nos llevó a una situación de desigualdad social
Carlos Hugo Hermida Rosales
Xalapa, Ver.– Juan Francisco del Cerro, investigador, escritor y director ejecutivo, afirmó que se puede cambiar el mundo a través del emprendimiento, pero que esto sólo ocurrirá si salimos a hacerlo y aseguró que para ello existen muchos caminos.
Enunció que para lograr un cambio es necesario modificar la manera actual de hacer negocios, ya que la forma en que se realizan hasta hoy es la que nos llevó a una situación de desigualdad social.
El emprendedor impartió el 12 de noviembre la conferencia virtual “Emprendimiento social. ¿Inversión o dádiva social?”, dentro del evento “Imagina, innova y emprende” organizado por la Dirección General de Vinculación de la Universidad Veracruzana (UV).
Juan Francisco del Cerro explicó que las empresas sociales basan su modelo de negocios en resolver una problemática social, pero que, a diferencia de otras instituciones como las asociaciones civiles, buscan ganar dinero con ello.
Dijo que un emprendedor social no se enfoca en ayudar, sino en generar valor a los productos o servicios que desea comercializar, y que a través de ello apoya a las personas que los producen y los ofrecen.
Que los productos o servicios de un emprendedor social no sólo compiten a otros emprendimientos sociales, sino a los que están disponibles en todo el mercado.
“Un emprendedor que comercializa unas camisas tejidas por indígenas no debe restringirse a competir con un producto similar, sino también con los que fabrican marcas de renombre mundial”, enfatizó.
Aseguró que las empresas sociales tienen una gran pertinencia en un país como México, donde cuatro de cada 10 habitantes viven en condiciones de pobreza, dos de cada tres mujeres sufren violencia de género y más del 70 por ciento de la población es vulnerable a impactos del cambio climático.
El emprendedor reiteró que el mundo no va a cambiar solo, con gente sentada quejándose de las circunstancias, y que modificarlo no se traduce en resolverle todos sus problemas.
“Si sacamos a una persona de la pobreza o logramos que alguien deje de sufrir violencia de género el mundo ya cambió, y eso lo podemos hacer nosotros”, enfatizó.