- El Parque Ecológico Macuiltépetl, el Tejar Garnica y el Cerro de la Galaxia, albergan animales como cacomixtles, tlaconetes y ranas leopardo
Los asentamientos humanos han surgido de forma espontánea y no obedecen a alguna política preestablecida
Carlos Hugo Hermida Rosales
Xalapa, Ver.– Christian Alejandro Delfín Alfonso, del Instituto de Investigaciones Biológicas de la Universidad Veracruzana (UV), declaró que las Áreas Naturales Protegidas (ANP) que se encuentran en la ciudad de Xalapa albergan una gran diversidad de fauna silvestre, entre la que están muchas especies de aves, reptiles, mamíferos e insectos.
Detalló que sitios como el Parque Ecológico Macuiltépetl, el Tejar Garnica y el Cerro de la Galaxia albergan cacomixtles, tlaconetes y ranas leopardo, entre otros animales.
El investigador impartió el 17 de noviembre la conferencia virtual “Los otros vecinos: fauna silvestre en zonas urbanas”, dentro del segundo periodo de las “Tardes de Ciencia”, impulsadas por la Dirección General de Investigaciones del 22 de septiembre al 1 de diciembre.
Alejandro Delfín explicó que el crecimiento poblacional a nivel mundial y la expansión de las grandes ciudades, apuntan a una sustitución de bosques y selvas por fraccionamientos y plazas comerciales, y de veredas por carreteras.
Las ciudades poseen un importante papel en la conservación de la biodiversidad, tanto por su labor como soporte de una comunidad ecológica altamente especializada, como por su influencia en el declive global de las especies.
Los asentamientos humanos se han creado y han evolucionado de forma espontánea, sin que hayan obedecido en general a ningún tipo de política preestablecida.
Christian Alejandro Delfín Alfonso
Enunció que el modelo de urbanización actual produce la pérdida de paisajes naturales a través de un proceso de fragmentación, y que con ello genera cambios en la estructura y función de los ecosistemas acuáticos y terrestres, en la composición y riqueza de las especies y pérdida de la diversidad biológica.
El investigador aseguró que cuando desaparecen espacios protegidos no sólo perdemos la fauna que ahí habita, sino también los servicios ecológicos que brinda como la dispersión de semillas, la polinización y el control de plagas.
La población que habita en zonas urbanas debe aprender a disfrutar de la fauna que vive en la ANP sin dañarla, y evitar asustarse si tiene un encuentro con algún animal silvestre.
Es indispensable que las personas que visitan las ANP no las contaminen y que se acerquen a los expertos ante cualquier duda que tengan sobre ellas.
“También es fundamental que la sociedad haga conciencia de que la participación social es indispensable en el proceso de recuperación de áreas verdes”, concluyó.