• Aquello que prometía sólo se quedó en una ilusión, ya que la pandemia de Covid-19 evidenció la precariedad y la pobreza que abarca a todos los pueblos”: Javier Tovar 
  • “Es indispensable que la sociedad aprenda a valorar los saberes de todos y todas, de niños y de ancianos”: Alatorre Frenk 
  • “La pandemia de Covid-19 es un buen aviso para repensar como nos relacionamos con la naturaleza”: Antonio Farreny 

 

Organizadores e invitados en la segunda sesión de las Tardes de Tequio

Organizadores e invitados en la segunda sesión de las Tardes de Tequio

 

Carlos Hugo Hermida Rosales 

Xalapa, Ver. La Universidad Veracruzana (UV), a través de la Coordinación Universitaria para la Sustentabilidad (CoSustenta), el Departamento de Medios Audiovisuales (Tele UV) y la Universidad Veracruzana Intercultural (UVI), realizó el 18 de julio el segundo conversatorio virtual de las Tardes de Tequio, que tuvo por nombre “Lombricomposta comunitaria”. 

En el foro se dialogó en torno a la iniciativa de la agrupación Desarrollo Sustentable del Río Sedeño, A.C., en la que sus integrantes trabajan por el rescate de este cuerpo de agua, y una de sus acciones fue la creación de una lombricomposta comunitaria, con la finalidad de descomponer la basura orgánica y convertirla en abono.  

El evento contó con la participación de Miguel Ángel Escalona Aguilar, titular de la CoSustenta; Lourdes Budar Jiménez, directora de la UVI; Gerardo Alatorre Frenkcatedrático del Instituto de Investigaciones en Educación; Javier Tovar, docente de la Universidad del Cauca, en Colombia, y Antonio Farreny Gómezacadémico de la UVI. 

El conversatorio inició con la proyección de una cápsula audiovisual de la serie Tlayolohtli de Tele UV, en la que diversos miembros de Desarrollo Sustentable del Río Sedeño, A.C., relataron su experiencia de trabajo.  

Javier Tovar afirmó que el modelo convencional de desarrollo está en crisis y que aquello que prometía sólo se quedó en una ilusión, ya que la pandemia de Covid-19 evidenció la precariedad y la pobreza que abarca a todos los pueblos y comunidades en ambientes tanto urbanos como rurales.  

Aseveró que esta enfermedad nos enseñó la importancia del hogar, así como de volver a valorar la milpa que además de lugar de cultivo, lo es de crianza, aprendizaje, alimentación, diversidad y respeto.  

Aplaudió la implementación de prácticas como la del río Sedeño, que no trabajan bajo un modelo de desarrollo convencional y se sitúan en el paradigma de la buena vida y el buen vivir.  

Alatorre Frenk aseguró que la experiencia de la agrupación Desarrollo Sustentable del Río Sedeño, A.C., es inspiradora ya que muestra como gente organizada tejió articulaciones entre pobladores, academia y la sociedad civil para que trabajen unidos por el rescate de este cuerpo de agua.  

Declaró que esta iniciativa muestra la importancia de los acuerdos para sumar voluntades y encontrar soluciones.  

“Es indispensable que la sociedad aprenda a valorar los saberes de todos y todas, de niños y de ancianos”, manifestó.  

Antonio Farreny mencionó que la pandemia de Covid-19 es el menor de los males, ya que cuando esta situación adversa termine tendremos en puerta escenarios lúgubres relacionados con los cambios ambientales. 

Comentó que en la medida que se pierden suelos y fuentes de agua las proyecciones nos vuelven vulnerables, y que mitigar los impactos ambientales nos convertirá en sociedades más resilientes. 

“La pandemia de Covid-19 es un buen aviso para repensar como nos relacionamos con la naturaleza”, aseguró. 

Enfatizó que la obligación de las instituciones de educación superior es visibilizar experiencias como la del río Sedeño, que muestran que existen alternativas que ofrecen posibilidades y brindan esperanza.  

 

La cápsula audiovisual fue traducida a lenguas originarias

La cápsula audiovisual fue traducida a lenguas originarias