- Inició el Seminario Webinar Internacional “Educación y equidad en tiempos de Covid-19”, organizado por el CA Educación y Equidad de la Facultad de Pedagogía
Paola Cortés Pérez
Xalapa, Ver.- La crisis provocada por la enfermedad del Covid-19 representa un reto importante para las instituciones de educación superior formadoras de docentes, para repensar cuál es su función y qué es una educación equitativa, coincidieron los panelistas participantes en la Sesión 1 del Seminario Webinar Internacional “Educación y equidad en tiempos de Covid-19”, realizado la mañana del jueves 23 de abril a través de la plataforma Zoom.
Este evento es organizado por el cuerpo académico (CA) Educación y Equidad, adscrito a la Facultad de Pedagogía de la Universidad Veracruzana (UV). En la Sesión 1 “Estrategias y retos en la educación frente a la pandemia”, participaron Rodolfo Cruz Vadillo, de la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla (UPAEP); María Luisa Matus Pineda, del Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social (CIESAS), Unidad Pacífico Sur; Ana de Anquín, de la Universidad Nacional de Salta, Argentina, y Céire Broderick, de University College Cork, de Irlanda.
Jessica Badillo Guzmán, profesora de la Facultad de Pedagogía, dio la bienvenida a la primera sesión del seminario, que tiene por objetivo generar un espacio de diálogo multidisciplinario internacional sobre la educación y la equidad durante la pandemia por Covid-19.
“Es parte de los esfuerzos que la Universidad Veracruzana realiza por mantener activa la vida académica con compromiso y responsabilidad social.”
Rodolfo Cruz dijo que ningún país estuvo preparado para enfrentar la crisis derivada de la pandemia del Covid-19, la cual no destapó “nada que no supiéramos en realidad”: la desigualdad social, la precariedad del sistema educativo y de la formación de los profesores.
“Lo que hizo fue construir un campo más visible de la problemática y es que aquello que a lo mejor parecía maquillado no era muy enfocado; lo que la pandemia vino a decir es que la desigualdad es mayor a lo que podemos percibir.”
Subrayó que la educación a distancia no ha sido suficiente, lo que demuestra que la educación sí es un tema de justicia social, sobre todo por lo que puede pasar en el futuro, especialmente en aquellos que ya tenían problemáticas de exclusión, discriminación, segregación, las cuales pueden exacerbarse a partir de este evento sanitario.
“De por sí ya vivíamos en crisis, pero viene una crisis con más intensidad y más eventos como éste, así que tenemos que aprender de esta experiencia y desarrollar mecanismos y estrategias para que la educación sea igualitaria.”
En tanto, María Luisa Matus mencionó que la pandemia nos muestra que existe una desigualdad de oportunidades educativas no sólo en México, sino en toda América Latina (AL).
De igual manera, nos enseña la falta de infraestructura digital, toda vez que hay docentes que no tienen las condiciones mínimas de trabajo y estudiantes sin las condiciones mínimas de aprendizaje, los cual es un problema complejo.
Esto, señaló, es un reto importante para las instituciones de educación superior formadoras de docentes; esto es, la pandemia debe hacerlas repensar cuál es su función y hacia dónde redireccionar los fines sociales de la educación.
“Los docentes que están en formación deben revalorizar su actuar, pero también los profesores que están en función deben reflexionar qué están haciendo y qué les falta por hacer para lograr una innovación pedagógica situada, con las condiciones reales del contexto, porque no puedo pensar en una clase web en una comunidad donde ni siquiera tienen el servicio de luz eléctrica o el alumno apenas tenga para comer.”
Matus Pineda subrayó que la igualdad de oportunidades en la educación no sólo implica la igualdad de acceso, sino la pertinencia.
En su participación, Ana de Anquín dijo que la pandemia ha causado trastornos sin precedentes en la educación, incluso en países que tienen la suficiente infraestructura educativa.
Reiteró que la educación no puede depender únicamente del acceso a las tecnologías de la información y comunicación (TIC) y la educación a distancia, de la que están excluidos grandes sectores de la población; estas medidas tienen que ser compatibles con otras metodologías de aprendizaje para que pueda darse continuidad a la educación.
Por último, Céire Broderick presentó un panorama amplio sobre la problemática que viven los estudiantes de nivel universitario en Irlanda, en donde no todos tienen acceso a la educación a distancia ya sea porque tienen que trabajar o porque no cuentan con los medios.