LAS BRUJITAS DEL JARDÍN
Ma. Luisa Martínez
Red de Ecología Funcional, Instituto de Ecología A.C.
Resumen
Al inicio de la temporada de lluvias, muchos jardines se llenan de brujitas de jardín. Se trata de llamativas flores color rosa que aparecen súbitamente ¿las has visto?
Palabras clave
Brujitas del jardín, Lirios de lluvia, Zephyranthes
Articulo
Cuando inicia la temporada de lluvias que caracteriza los veranos de las zonas tropicales húmedas, muchos jardines se llenan de sorpresas coloridas e inesperadas. Son las “brujitas del jardín”, que no son brujas, sino unas plantas bulbosas con hermosas flores en forma de embudo, y de brillante color rosa. Emergen entre la hierba después de las primeras lluvias fuertes. Las “brujitas del jardín” tienen otros nombres mágicos y bellos, como “lirio rosa de la lluvia”, “lirio rosa de las hadas” o “duendes rosas”. Quizás, los nombres hacen alusión a su aparición inesperada, casi mágica. Su denominación científica es Zephyranthes rosea, y significa “flores rosas del viento del oeste”. Probablemente, este nombre surgió cuando se describió la planta, y los vientos del oeste eran los responsables de las lluvias.
Las “brujitas del jardín” son unas hierbas pequeñas: alcanzan los 15 y 20 cm de altura, y sus flores llamativas, miden 3 cm de diámetro. Tienen seis pétalos rosas y seis estambres amarillos, ubicados en el centro de la flor. Necesitan estar expuestas al sol para tener un buen crecimiento. Durante la temporada de secas, la planta sobrevive gracias a sus bulbos que permanecen enterrados en la tierra, hasta la siguiente temporada de lluvias. Es decir, los bulbos quedan en reposo durante la estación seca para luego producir hojas, flores y semillas a lo largo de las siguientes lluvias.
Las “brujitas del jardín” son originarias de Sudamérica, de Colombia y Perú. Por su belleza, resistencia a las plagas, y facilidad de cuidados, se han hecho populares como plantas de ornato, por lo que es frecuente verlas en los jardines. Este uso tan amplio ha producido un fenómeno conocido como naturalización. En biología, la naturalización es el proceso en el que las especies introducidas por los humanos (por ejemplo, para los jardines) se dispersan y colonizan diversos ecosistemas. Es decir, se “escapan” de los jardines y crecen en zonas silvestres. En el caso de las “brujitas del jardín”, se han observado procesos de naturalización en diversas regiones tropicales del mundo, entre ellos el sureste de México. Otros países donde también se han naturalizado las brujitas son Hawái, Indonesia y Tailandia.
Las “brujitas del jardín” forman parte de un grupo de plantas llamados “lirios de lluvia”. Estas plantas son originarias y exclusivas de los trópicos y subtrópicos del continente americano. Se conocen más de 50 especies diferentes, y de éstas, 33 se encuentran en México. Además de rosas, hay lirios de lluvia con flores color amarillo, blanco, y con diferentes tonalidades de rosa. Un lirio de lluvia nativo de México y de Guatemala se llama Zephyranthes grandiflora. Es muy parecido a las “brujitas del jardín”, pero sus flores son más grandes (10 cm de largo); de ahí su nombre, grandiflora, que significa flores grandes.
Diferentes partes de la planta se utilizan en la medicina tradicional. Por ejemplo, se emplea para curar tumores, y para tratar el cáncer de mama, o bien para la diabetes. También se aprovechan para tatar problemas simples como dolor de cabeza, tos y resfriado. Sin embargo, su uso no es muy recomendable, ya que se ha detectado que contienen alcaloides tóxicos que pueden ocasionar vómitos, convulsiones y la muerte en humanos, ganado y aves de corral.
Sin duda, cuando las lluvias llenan los jardines de “brujitas” no debes perder la ocasión para disfrutarlas, porque aparecen y desaparecen súbitamente, como si se tratara de seres mágicos y efímeros, con una belleza sorprendente.
Más información sobre las “brujitas del jardín”:
Menéndez-Domínguez, V.H. 2017. La magia de las brujitas, Zephyranthes y Habranthus en Yucatán. Desde el Herbario CICY 9: 155-159.
Fotografías:
Créditos de las fotos 1 y 2: Marisa Martínez
Créditos de las fotos 3 y 4: Pixabay y Creative commons