En un centro de investigación situado en la selva tropical de Indonesia vive un orangután de Sumatra al que llaman Rakus. Este orangután se hizo una aparatosa herida debajo de un ojo y los investigadores observaron como Rakus se acercaba hacia unas plantas trepadoras llamadas Akar Kuning, unas plantas utilizadas por los humanos como tratamiento para heridas y afecciones como la disentería, la diabetes y la malaria.

Rakus buscaba y luego comía la planta, un comportamiento muy inusual pues estos orangutanes comen poquísimo estas plantas.

Esta planta es de gran ayuda para heridas infectadas y controlar la fiebre.

Los investigadores observaron que Rakus desprendía las hojas de la planta Akar Kuning y las masticaba sin tragar, luego ponía el líquido que extraía de la planta directamente sobre su herida.

Rakus curaba su herida de esta manera durante unos minutos y luego consumía la planta.
Después, colocaba una porción algo sólida de la hoja sobre la herida como una cataplasma.
Tres días después, la herida se había cerrado y parecía estar sanando bien. Al cabo de un mes, su cicatriz apenas se notaba.