México. 08 de abril del 2025.-No es Jurassic Park pero casi. Colossal Biosciences, la empresa biotecnológica estadounidense que quiere resucitar criaturas extintas como si fueran personajes de ciencia ficción, ha anunciado un hito que roza lo imposible: asegura haber devuelto a la vida al lobo gigante, una especie desaparecida hace más de 10.000 años.
Según explican, partieron del genoma reconstruido de este antiguo depredador y lo aplicaron a células de lobo gris, reprogramándolas para que imitasen su configuración genética.
El resultado ha sido el nacimiento de tres crías bautizadas como Rómulo, Remo y Khaleesi, gestadas por perras domésticas y actualmente custodiadas en una reserva de ubicación confidencial, según ha adelantado la revista Time.
La firma biotecnológica que creó ratones lanudos acaba de dar vida a los lobos gigantes extintos propios de Juego de tronos
El anuncio se ha hecho público a través de X (la antigua Twitter), aunque de momento la compañía no ha dado detalles técnicos sobre el proceso exacto ni ha publicado estudios revisados por pares, una práctica esencial en cualquier avance científico que aspire a ser tomado en serio.
Este experimento llega poco después de otro igualmente llamativo protagonizado por la misma empresa: la creación de ratones genéticamente modificados con rasgos de mamut, incluyendo el pelaje espeso y rojizo propio de esa criatura del Pleistoceno.
En ambos casos, la tecnología clave es la edición genética CRISPR, que ha abierto la puerta a experimentos hasta hace poco impensables.
Para reconstruir al lobo gigante, los científicos partieron de ADN extraído de fósiles milenarios: un diente de hace 13.000 años y un cráneo aún más antiguo, de unos 72.000. A partir de ese material, identificaron 20 mutaciones relevantes en 14 genes, todos relacionados con características físicas que diferencian al lobo gigante del lobo gris: un tamaño un 20% mayor, pelaje blanco, cráneo más ancho, dentadura más poderosa y extremidades más robustas.
El proceso técnico fue largo y complejo. Comenzaron con células madre obtenidas de la sangre de un lobo gris. Editaron su genoma para introducir las variantes del lobo extinto, luego insertaron estos núcleos en óvulos vacíos y cultivaron los embriones en el laboratorio. De 45 embriones, algunos fueron implantados con éxito en dos perras, que dieron a luz a Rómulo y Remo en octubre. Poco después, se repitió el procedimiento con Khaleesi. Según Colossal, el comportamiento de los tres cachorros se asemeja más al de un lobo salvaje que al de un perro doméstico.
“Con esta tecnología se pueden salvar especies extintas o en peligro de desaparecer’.
El objetivo a largo plazo de la empresa, cofundada por el mediático genetista de Harvard George Church, va más allá del lobo gigante. Colossal quiere aplicar esta técnica para traer de vuelta al mamut lanudo, al tigre de Tasmania y a otras especies desaparecidas, usando como base a parientes vvivs.
En el caso del mamut, por ejemplo, el plan consiste en modificar células de elefante e implantarlas en hembras para que actúen como madres sustitutas. Aunque el animal resultante no sería un mamut idéntico al original, sí tendría algunos de sus rasgos más icónicos.
Lobos gigantes resucitados con ingenería genética
Pero más allá del espectáculo biotecnológico, también hay una justificación ecológica: esta tecnología, aseguran, podría servir para reforzar especies actuales en peligro de extinción, o incluso restaurar ecosistemas alterados.
Por ahora, el parecido entre los nuevos ejemplares y los lobos gigantes reales sigue siendo una incógnita. Lo que sí parece claro es que la ciencia avanza hacia un territorio cada vez más borroso entre lo natural y lo fabricado, donde traer de vuelta a criaturas extintas ya no es un sueño imposible, sino una cuestión de tiempo, presupuesto… y ética.