Una alerta reciente emitida por el Centro de Predicción del Clima Espacial de la NOAA ha elevado la preocupación por una poderosa tormenta solar que se dirige hacia la Tierra, alcanzando un índice geomagnético K de 8, categoría G4, que indica una tormenta severa.

Esta actualización confirma que los efectos podrían comenzar a sentirse a partir de la tarde del viernes, extendiéndose durante el fin de semana.

La tormenta geomagnética, provocada por múltiples eyecciones de masa coronal (CMEs) del Sol, podría causar no solo espectaculares auroras más al sur de lo habitual, sino también interrupciones significativas en las redes de comunicación y energía eléctrica. La NOAA ha alcanzado el umbral de alerta este 10 de mayo a las 17:39 UTC, con la ventana crítica prevista entre las 15:00 y las 18:00 UTC, donde se anticipa la mayor intensidad del fenómeno.

Las autoridades han notificado a operadores de infraestructuras críticas, incluidos aquellos en los sectores de satélites y redes eléctricas, preparándolos para posibles contingencias. Aunque las CMEs no viajan a la velocidad de la luz como las llamaradas solares, su llegada es inminente y se espera que sus efectos sean considerablemente disruptivos.

Se recomienda a la población tomar precauciones estándar para posibles cortes de energía, como contar con linternas, baterías y radios meteorológicas. Además, el fenómeno ofrece una oportunidad única para observar las auroras en latitudes donde raramente son visibles, con la recomendación de intentar capturar estas vistas con cámaras de teléfonos modernos, que pueden revelar detalles no perceptibles a simple vista. La atención está puesta en cómo este evento podría alterar temporalmente tanto la vida cotidiana como la operatividad de tecnologías dependientes del ambiente espacial.