Estados Unidos.  21 de agosto del 2024.-Donald Trump, ensombrecido y con menor tirón mediático por la Convención Nacional del Partido Demócrata de Chicago, ha vuelto a la carretera para aterrizar con su campaña electoral en la ciudad de Asheboro, situada en un estado que será clave en las elecciones presidenciales de noviembre: Carolina del Norte.

Se trata, además, de su primer mitin al aire libre desde que, a mediados de julio, Thomas Matthew Crooks, un joven de 20 años, intentase asesinarlo en un encuentro con sus electores en Pensilvania.

El regreso de Trump a los actos de campaña al aire libre se ha realizado, sin embargo, con medidas extra de seguridad y, como novedad, una pecera construida a base de cristales antibalas -que abandonó brevemente para abrazar a una mujer indispuesta del público- y desde la que pronunció un discurso que se centró especialmente en cuestiones de seguridad nacional y, ya de paso, aprovechar para asegurar que Estados Unidos era más fuerte cuando el estaba en la Casa Blanca e insistir en la idea de que las guerras como la de Ucrania no habrían sucedido de seguir él en el poder: “Yo paraba guerras con llamadas de teléfono”, advirtió el candidato del Partido Republicano, quien insiste que Joe Biden y Kamala Harris “nos están llevando al precipicio de la III Guerra Mundial”.

El republicano también recuperó la promesa de construir en Estados Unidos una Cúpula de Hierro que protege a Israel y con la que ha repelido muchos de los ataques de Hamás y Hezbolá. “Ayudamos a Israel y otros países. Ronald Reagan la quiso hace muchos años. Tenía razón, pero entonces no teníamos la tecnología adecuada. Hoy contamos con una tecnología increíble. Otros países la tienen y este país debería tenerla”, sostuvo.

Trump responde a los Obama

Dispositivo de seguridad desplegado en el primer mitin al aire libre de Donald Trump tras su atentado de julio.Jonathan Drake
Además de la seguridad nacional, Trump también ha tenido tiempo para responder a los ataques del expresidente Barack Obama y de la ex primera dama, Michelle, en el cónclave demócrata de Chicago. El magnate ha acusado a ambos de lanzar desde la tribuna de la Convención Nacional Demócrata ataques “personales” que le impiden centrarse y hablar de cuestiones políticas.

Lo cierto es que, el ascenso en las encuestas de la vicepresidenta Kamala Harris ha hecho que parte del sector republicano le pida a Donald Trump que reoriente su estrategia para dejar a un lado las descalificaciones personales que lanza contra el tándem demócrata y hablar de temas estrictamente políticos que movilicen al electorado. Para esas voces críticas en el seno del Partido Republicano, también hay un mensaje, aunque velado: “Me dicen: señor, por favor, cíñase a la política, no entre en temas personales, pero “son ellos los que van a lo personal durante toda la noche”, ha añadido el republicano. Incluso ha emplazado a sus seguidores a pronunciarse sobre si debería seguir aludiendo a temas personales y, ante la aclamación popular, ha apostillado: “Mis asesores están despedidos”.