Xalapa, Ver.- Mónica Merari Mendoza Guzmán, egresada de la Licenciatura en Ingeniería Ambiental de la Universidad Veracruzana (UV), realizó una propuesta para el uso de plantas suculentas Echeveria elegans como biomotor de metales pesados y radionúclidos, que permitiría el monitoreo de la contaminación.

La universitaria realizó la investigación recepcional “Evaluación de la contaminación de metales pesados y radionúclidos en el suelo de Temascalapa, Estado de México, mediante el uso de biomonitores (Echeveria elegans)”, que llevó a cabo en colaboración con Huemantzin Balán Ortiz Oliveros, del Instituto Nacional de Investigaciones Nucleares (ININ).

Mónica Merari Mendoza actualmente cursa la Maestría en Energía y Medio Ambiente en el área de fenómenos de transporte de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) Unidad Iztapalapa. Dijo que eligió esta área para su estudio porque está expuesta a diversos elementos que preocupan a grupos sociales de las zonas aledañas; realizó la cuantificación de metales y radionúclidos mediante espectrometría de fluorescencia de rayos X y espectrometría gamma.

 

De los resultados obtenidos, mencionó que sugieren que la planta no presenta estrés físico significativo debido a las condiciones ambientales a las que estuvo expuesta; encontró que puede bioacumular metales pesados de fuentes naturales y antropogénicas, dado que su mecanismo estaría relacionado con el funcionamiento del metabolismo ácido de las crasuláceas.

La evidencia mostró que la suculenta puede usarse como biomonitorizador de metales pesados; sin embargo, resaltó que se requieren estudios adicionales para determinar su utilidad como biomotor o radionúclidos.

Detalló que esta especie de plantas puede absorber contaminantes del suelo, agua de lluvia y el aire, y acumularlos en sus tejidos.

Algunas de éstas son especies de musgos como Fabronia ciliaris, Sphagnum girgensohnii, Sphagnum papillosum, Dicranum polysetum, o técnicas de bolsas de musgo que se han utilizado en la monitorización de As, Pb, Cd, Zn, Ni, etc. en zonas urbanas con alto tránsito vehicular o industrial.

 

Destacó que dado que los contaminantes afectan la salud humana, el monitoreo ambiental es la herramienta más eficiente para abordar esta preocupación; se puede realizar de manera activa a través de una red de manera continua y en tiempo real, o pasivamente con biomonitores.

Resaltó que el uso de esta planta no es para evitar la contaminación, sino para su monitoreo, puesto que las estaciones para este fin significan un proceso caro; en cambio, la ventaja de utilizar el biomotor representa un proceso pasivo a través del cual se colocan las pantas en áreas estratégicas.

En el caso concreto de Xalapa, se tiene proyectado instalarlas en las zonas de las Ánimas, el centro de la ciudad, el Paseo los Lagos y la salida hacia Coatepec, áreas elegidas de manera estratégica en función de sus condiciones ambientales.

La investigación de Mendoza Guzmán despertó el interés de revistas especializadas, que en sus páginas incluyen ya artículos de su autoría y pueden consultarse en las siguientes ligas: https://link.springer.com/article/10.1007/s12665-023-11418-9, y https://www.sciencedirect.com/science/article/abs/pii/S0013935124005152