LOS CENTROS DE ORIGEN DE LAS PLANTAS CULTIVADAS
Por: Marie-Stéphanie Samain1,* y Esteban Manuel Martínez Salas2
1 Instituto de Ecología, A.C., Centro Regional del Bajío, Red de Diversidad Biológica del Occidente Mexicano, Pátzcuaro, Michoacán
* mariestephanie.samain@inecol.mx
2 Universidad Nacional Autónoma de México, Herbario Nacional de México, Ciudad de México
Resumen
El sur de México, junto con parte de Centroamérica, forma un centro de origen de plantas cultivadas, donde éstas fueron domesticadas, seleccionadas y mejoradas. Sus ancestros silvestres y parientes cercanas aún se pueden encontrar en estado silvestre, lo que permite descubrir genes que podrían proveer resistencia contra enfermedades, aumentar la producción en condiciones climáticas extremas, ayudar a evitar erosión genética, o mitigar la pérdida de germoplasma debido a la pérdida de ecotipos y variedades locales. Se presenta al académico Nikolai Vavilov, botánico ruso quien identificó, exploró y describió estos centros de origen de las plantas cultivadas en el mundo. El objetivo de su vida era terminar las hambrunas en el mundo con este conocimiento, pero tristemente él mismo murió de hambre en una cárcel, por el desprecio a sus brillantes ideas, por las cuales fue perseguido por el régimen totalitario de su país.
Palabras clave
hotspots de biodiversidad, Nikolai Vavilov
Muy probablemente han escuchado de los llamados hotspots de biodiversidad, las regiones en el mundo que son excepcionalmente ricas en diversidad que únicamente se encuentra en ellas y que está amenazada por actividades antropogénicas (Myers et al., 2000). El territorio mexicano es parte de dos de los más de 30 hotspots a nivel mundial: los bosques madrenses de pino-encino y Mesoamérica. Un tema mucho menos conocido, pero que en muchos casos coincide con estos hotspots, así como con las zonas con más diversidad de lenguas humanas, son los centros de origen de las plantas cultivadas (Fig. 1).
El sur de México, junto con parte de Centroamérica, forma un centro de origen de plantas cultivadas. Esto quiere decir que estas especies fueron domesticadas, seleccionadas y mejoradas en esta región, así como que sus ancestros silvestres y parientes cercanas aún se pueden encontrar en estado silvestre. Algunas de las plantas cultivadas que actualmente se usan en todo el mundo, pero que tienen su origen en México y/o Centroamérica son por ejemplo el maíz, varias variedades de frijol y de calabaza, algodón, camote, chile (Fig. 2), jitomate, amaranto y cacao. Otro centro en el continente, el cual ha sido divido en tres subcentros, es Suramérica, del cual la región andina de Perú, Bolivia y Ecuador es el más rico en plantas cultivadas, con la enorme diversidad de la papa como ejemplo (Fig. 3).
Los centros de origen de las plantas que comemos cotidianamente fueron identificados, explorados y descritos por Nikolai Ivanovitch Vavilov (1887-1943), un brillante y visionario botánico, agrónomo y genetista ruso (Fig. 4). Durante el desarrollo de su teoría sobre los centros de origen de las plantas cultivadas, Vavilov organizó expediciones botánicas-agronómicas en todo el mundo para estudiarlas (Vavilov, 1997), así como para colectar semillas para el banco de germoplasma (conjunto de genes que se transmite por la reproducción a la descendencia por medio de células reproductoras) en su instituto en el entonces Leningrado (actualmente San Petersburgo), el cual en esa época era el banco de germoplasma más grande del mundo. Vavilov estaba obsesionado desde una edad temprana con acabar con la hambruna tanto en su Rusia natal como en el mundo. Sus viajes a veces muy riesgosos y sus incansables colectas de semillas tenían como único objetivo cruzar plantas para producir supercultivos que pudieran crecer en las condiciones diversas y extremas de la Rusia soviética (Pringle, 2008). Su lema era “la vida es corta, tenemos que apurarnos” (Nabhan, 2009).
Ahora bien, ¿cuál es la importancia de los centros de origen de las plantas cultivadas? Como ya mencionamos, en ellos encontramos los ancestros silvestres y parientes cercanas de los vegetales que comemos y usamos, de los cuales depende nuestra salud y bienestar, desde el maíz hasta el arroz y el trigo, o desde la fresa hasta el mango y el plátano. Se podrían descubrir en especies cercanas genes que podrían proveer resistencia contra enfermedades, aumentar la producción en condiciones climáticas extremas, ayudar a evitar erosión genética (proceso en el que el acervo genético limitado de una especie en peligro de extinción disminuye aún más cuando los individuos reproductores mueren antes de reproducirse en su pequeña población en peligro de extinción), o mitigar la pérdida de germoplasma debido a la pérdida de ecotipos y variedades locales.
Nikolai Vavilov visualizó todas estas actividades para mejorar las condiciones de vida de sus paisanos en la extensa Unión Soviética (Vavilov, 1994). Sin embargo, el líder soviético, Iósif Stalin, no estaba interesado en las indulgencias científicas. Para él, la genética era “propaganda occidental burguesa”, así que prefirió apoyar los proyectos de Trofim Lysenko, un pseudocientífico, quien pretendió “entrenar” plantas cambiándolas de ambiente para que así heredaran los cambios deseados en la siguiente generación, prometiendo que solo necesitaba tres años, a diferencia de Vavilov quien decía requerir diez años (Pringle, 2008). Vavilov, el intrépido explorador, que quería acabar con el hambre en el mundo, murió de hambre en una cárcel bajo el régimen de Stalin. Afortunadamente, su colección de semillas en San Petersburgo fue salvada por su personal muy leal, aunque varios de ellos también se murieron de hambre, por cuidar el banco de germoplasma.
Referencias
Myers, N., Mittermeier, R.A., Mittermeier, C.G., da Fonseca, G.A.B. & Kent, J. (2000). Biodiversity hotspots for conservation priorities. Nature. 403 (6772): 853-858.
Nabhan, G.P. (2009). Where our food comes from: retracing Nikolay Vavilov´s quest to end famine. Island Press, Washington, D.C., USA: xxiii + 212 pp.
Pringle, P. (2008). The murder of Nikolay Vavilov: the story of Stalin´s persecution of one of the create scientists of the twentieth century. Simon & Schuster, New York, USA: 349 pp.
Vavilov, N.I. (1994). Origin and geography of cultivated plants: Cambridge University Press, UK: xxxi + 500 pp.
Vavilov, N.I. (1997). Five continents. International Plant Genetic Resources Institute, Roma, Italia.
Pies de figuras:
Figura 1: Centros de origen de Vavilov: (1) México-Guatemala, (2) Perú-Ecuador-Bolivia, (2A) Sur de Chile, (2B) Paraguay-Sur de Brasil, (3) Mediterráneo, (4) Medio oriente, (5) Etiopía, (6) Asia central, (7) Indo-Burma, (7A) Siam-Malaya-Java, (8) China y Corea (Fuente: Redwoodseed / CC BY 3.0 (https://creativecommons.org/licenses/by/3.0/), https://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/7/71/Vavilov-center.jpg).
Figura 2: Diversidad de chiles en un supermercado mexicano (Autor: Marie-Stéphanie Samain).
Figura 3: Diversidad de papas en el mercado de Aiquile, Departamento de Cochabamba, Bolivia (Autor: Marie-Stéphanie Samain).
Figura 4: Nikolai Vavilov en el campo en México, probablemente 1931 (Archivos N.I. Vavilov All-Russian Scientific Research Institute of Plant Industry No. 76; Nabhan, 2009).