FESTEJEMOS AL SUELO
5 DE DICIEMBRE DÍA MUNDIAL DEL SUELO
Por: Beatriz E. Marín-Castro, Sandra Rocha, Karla Tapia
Laboratorio de Análisis Químicos de Suelos, Aguas y Plantas, Instituto de Ecología A.C.
Resumen
La Organización de las Naciones Unidas declaro el 5 de diciembre como el día mundial del suelo, para celebrar, reconocer y salvaguardar la integridad del recurso edáfico que no es renovable. Este año la FAO invito a prestar atención a los suelos afectados por un alto contenido de sales, con el eslogan de “Detener la salinización de los suelos aumenta la productividad” hacemos la invitación a conocer la problemática de estos suelos.
Palabras clave
Suelos salinos, suelos sódicos, ecosistemas degradados.
Ante la inminente necesidad de prestar atención a la grave degradación que tienen los suelos a nivel mundial, en el 2014, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) declaró el 5 de diciembre el día mundial del suelo. Entre las principales afectaciones que tiene el suelo están la erosión, la contaminación, el cambio de uso, la desertificación y la salinización. Con el eslogan “Detener la salinización de los suelos aumenta su productividad”, este año la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), invitó a celebrar al suelo, reconociendo a los suelos salinos y sódicos desarrollados en ecosistemas naturales, pero también con aquellos que presentan una alta concentración de sales por influencia de las actividades antrópicas y que es una de las principales causas de la pérdida de la fertilidad del suelo.
Los suelos salinos y sódicos son aquellos que tienen un alto contenido de sales solubles como el calcio, magnesio, cloruros, carbonatos, sulfatos, potasio y sodio (Ca2+, Mg2+, Cl–, HCO3, SO42-, K+, Na). Este tipo de suelos se desarrollan naturalmente en zonas áridas y semiáridas, ahí donde crece vegetación de pastos o hierbas halófilas, es decir, plantas que resisten altas concentraciones de sales. La Base Referencial Mundial, (WRB por sus siglas en inglés) propuesta por la FAO como estándar para la clasificación de suelos tiene una designación para estos suelos naturales de acuerdo a sus características propias. Cuando predominan los iones de calcio (Ca2+) además de otras sales solubles, la unidad de suelo representativa se denomina como Solonchaks en cambio, los suelos con un alto contenido de sodio (Na) intercambiable y en algunos casos iones de magnesio (Mg) se denominan Solonetz. A nivel mundial el 8.7% de las tierras son afectadas por la salinización y sodicidad y en México puede alcanzar hasta el 3.2% del territorio siendo los Estados de Sonora, Sinaloa, Tamaulipas, San Luis Potosí, Chiapas, Nuevo León, Oaxaca, Veracruz y Zacatecas los más afectados (Trejo-González, et al., 2019).
Sin embargo, los suelos salinos y sódicos no siempre son naturales. La salinización de los suelos puede ser una consecuencia del uso intensivo e inadecuado de los suelos causado por actividades humanas por el riego con agua residuales, el cambio en la cobertura vegetal, el abuso de fertilizantes y el ingreso de agua marina en tierras continentales. Las consecuencias de que un suelo se salinice afecta directamente a los seres vivos que de él dependen, incluyendo al ser humano. Por ejemplo, con el exceso de sales a las plantas se les dificulta absorber el agua por sus raíces, lo que provoca que se marchiten, en zonas agrícolas esto conlleva a tener cultivos con una baja productividad.
Para conocer las condiciones en las que se encuentra el suelo y poder emplear algunas técnicas preventivas, de remediación o de manejo podemos auxiliarnos de los análisis químicos dentro de un laboratorio de suelos. Existen diversas determinaciones que nos pueden guiar en conocer la concentración de sales en el suelo, por ejemplo, es primordial conocer el pH y la conductividad eléctrica. En suelos salinizados generalmente el pH es mayor a 8.5. Los valores de conductividad eléctrica para suelos salinos tienen un intervalo de valor de 4.1 – 16 dS m-1, cuando se obtienen valores mayores a estos podemos decir que son suelos muy fuertemente salinos. También es muy importante hacer una determinación de los cationes solubles como el calcio, magnesio, sodio y potasio o bien los aniones solubles como los carbonatos, bicarbonatos, cloruros y sulfatos, esto de acuerdo a la NOM-021-RECNAT-2000.
¿Qué podemos hacer para proteger a nuestros suelos de la salinidad o sodicidad? Básicamente conocer y proteger las zonas donde naturalmente se desarrollan estos suelos, para diferenciarlos de los suelos que presentan acumulación de sal de forma no natural. Es primordial conocer el estado de nuestros suelos, saber si tienen algún riesgo de salinización o algún indicio en su desajuste químico.
Para disminuir el impacto antrópico es necesario mejorar las prácticas de cultivo, cambiar la cantidad y calidad del agua utilizada para el riego, por sistemas de riego por goteo, moderar el uso de fertilizante y aumentar el empleo de compostas.
El monitoreo constante de los suelos nos permitirá poner en marcha estrategias de prevención y evaluar la efectividad de las estrategias de mejora de los suelos.
Por un mayor conocimiento y conservación de nuestros suelos, hoy tenemos que protegerlos, cuidarlos y sobre todo ¡festejarlos!
Referencias
https://www.fao.org/soils-2015/es/
Trejo-González, N; Prieto-Méndez, J; Prieto-García, F; Acevedo-Sandoval, O; Matmolejo-Santillán, Y. 2019. Tecnología de remediación para suelos salinos. Un caso de estudio. México. Av. Cien. Ing: 10(1), 13-26.
Pies de figuras:
(Slider) Material de divulgación de la FAO https://www.fao.org/soils-2015/es/
Figura 1. Representación del análisis de laboratorio para la determinación de carbonatos del suelo por el método de neutralización ácida de acuerdo a la Norma Oficial Mexicana (NOM-021-RECNAT-2000).
Figura 2. a) Paisaje de la salinera de Guerrero Negro en Baja California Sur, representa el desarrollo natural de suelos (imagen obtenida de © La Marmota Azul; b) Zona de cultivos afectados por la salinización del suelo en Mexicalli (imagen obtenida de la Secretaria de Fomento Agropecuario).