Cri-Cri, el naturalista, zoólogo y ecólogo
Luis M García Feria.
Conservación y Manejo de Fauna – Enlace Durango, Secretaría Técnica.
Instituto de Ecología, A.C.
Carolina Álvarez Peredo.
Estancia posdoctoral, Red de Ambiente y Sustentabilidad.
Instituto de Ecología, A.C.
En celebración del día de la niña y del niño en México, en muchas escuelas, parques y muchos sitios se escuchan algunas de las canciones del cantautor mexicano Francisco Gabilondo Soler, mejor conocido por ser el creador de “Cri-Cri, el grillo cantor”. Francisco Gabilondo Soler nació en Orizaba, Veracruz, un 6 de octubre de 1907, donde vivió hasta 1929. Durante su infancia, en la casa de su abuela y el entorno natural que lo rodeaba, la montaña, los cerros, la lluvia, los bosques y manantiales, etc., fueron gran parte de su inspiración para las letras de sus canciones, muchas de ellas con un toque naturalista.
Quién no recuerda la canción de «El Chorrito» (1934) donde describe el ciclo del agua:
La gota de agua que da la nube,
como regalo para la flor,
en vapor se desvanece
cuando se levanta el sol.
Y nuevamente al cielo sube
hasta la nube que la soltó.
La gotita sube y baja, baja y sube…
al compás de esta canción: …
Otro ejemplo es la letra de la canción «Coro de las chicharras» (1936) donde describe parte de la biología de estos insectos:
Las noches de verano
son luminosas y tibiecitas.
Cantan las chicharritas:
“¡lara lara lara la!”
Cuando la luna sale,
por los copetes de las milpitas
zumban las chicharritas:
“¡lara lara lara la!”
Las chicharras pertenecen a la familia Cicadidae; cuando emergen de la tierra, los machos producen su sonido característico para atraer a las hembras para el apareamiento, que, dependiendo de la especie, es en los meses cálidos. Aunque pueden “cantar” a cualquier hora del día, es más frecuente en horas crepusculares (atardecer y anochecer).
Otra canción con el mismo sentido es la de «Dos mayates» (1934):
Dos mayates
Rechonchos como son los chocolates
A tumbos y tropiezos van tenaces
Tratando de alcanzar por fin
Las hierbitas que calienta el sol.
…
Dos mayates
Si los ves pues no los pises, no los mates
Los pobres son insectos incapaces
De hacerte ningún daño a tí
Van en busca del caliente sol.
En esta canción, “Cri-Cri” hace referencia a los escarabajos de la especie Cotinis mutabilis nativa de la región sur de América del Norte. Las larvas de esta especie se alimentan de estiércol y raíces; los adultos de frutos muy maduros y suaves, por lo que son importantes para la degradación de la materia orgánica y su integración al suelo. Estos escarabajos se desplazan, ya sea volando o caminando, de forma relativamente torpe.
Un ejemplo más es la canción de «Cocuyito playero» (1935):
La noche cayó,
por todas partes solo hay ocuridá;
la noche cayó,
y ya no vemos para dónde caminar.
Negrito, ven junto a mí,
pues hace un rato que te perdí
y si es de noche has de saber
que a los negritos no puedo ver.
Cocuyito playero,
ilumina el sendero
con tu linterna de plata,
dame lu…
Cocuyito playero,
tú sabes que te quiero,
¡llévame a mi casita
de Veracru!
En este ejemplo se refiere a los escarabajos del género Pyrophorus o Deilelater que emiten, por bioluminiscencia, una luz verdosa en órganos ubicados en el dorso (pronoto) y en el abdomen. Los adultos son de color negro o castaño. Los cocuyos adultos se alimentan de polen y pueden polinizar muchas especies de las que se alimentan; también comen pequeños insectos como los pulgones que llegan a ser plaga de muchas plantas. Las larvas comen materia vegetal que integran al suelo y llegan a alimentarse también de larvas de otros escarabajos llegando a controlar las poblaciones de las que se alimentan de raíces.
Además de componer canciones, Francisco Gabilondo Soler escribió también varios cuentos. Algunos de ellos hacen una crítica al mundo adulto, pero con un toque naturalista, por ejemplo, el «Soñador en gira» (https://www.youtube.com/watch?v=dXVUI2Pm8po), «Cri-Cri zoólogo» (https://www.youtube.com/watch?v=xwGS9FNzdrw), «Cri-Cri botánico» (https://www.youtube.com/watch?v=0Nhu9PCudbw), entre otros.
Al igual que miles de niños en tantas décadas de historia de “Cri-Cri”, tú también déjate llevar por tu imaginación, y sorpréndete con tu lado naturalista descubriendo la magia del mundo que nos rodea.
Para saber más:
Figura slider: Cri-Cri, el naturalista, zoólogo y ecólogo
“La opinión es responsabilidad de los autores y no representa una postura institucional”