¿REFORESTAR O RESTAURAR ECOSISTEMAS?
Moisés Méndez Toribio
Red de Diversidad Biológica del Occidente Mexicano, Centro Regional del Bajío, Instituto de Ecología A.C.
La diferencia entre reforestar y restaurar radica principalmente en que la primera acción generalmente se realiza con especies de alto valor económico, de rápido crecimiento y generalmente exóticas. Dichas áreas reforestadas posteriormente se aprovechan, esto es, son deforestadas, de manera que se genera un círculo que no permite la recuperación de funciones en el ecosistema. Además, las plantaciones se hacen con unas cuantas especies generando paisajes homogéneos susceptibles al ataque de plagas. En contraste, la restauración ecológica va mucho más allá que plantar árboles es un proceso que debe ser cuidadosamente planeado, ejecutado y monitoreado. La restauración está orientada a la recuperación completa de las funciones, atributos, condiciones, procesos ecológicos, así como la estructura de la comunidad biótica del ecosistema que ha sido dañado, degrado o destruido. La restauración generalmente se hace con especies nativas locales que están adaptadas a las condiciones del medio ambiente donde se van a introducir.
Una plantación de restauración también contempla una gran diversidad de especies. Cuando se decide restaurar mediante la introducción de especies se le conoce como restauración activa o intervención máxima. Sin embargo, en ocasiones algunos ecosistemas tienen áreas en buen estado de conservación, por tanto, el establecimiento de las prácticas de restauración se reduce a eliminar o detener los agentes que han causado la degradación en las áreas a restaurar, permitiendo que suceda el proceso de sucesión ecológica que es la recuperación natural de un ecosistema. Lo anterior es conocido como “intervención mínima” o “regeneración no asistida”. Cuando la degradación es intermedia, se opta por la “regeneración natural asistida”. Teniendo en cuenta lo anterior se implementan las acciones de recuperación, es decir, se decide que áreas son candidatas para implementar una restauración mediante una plantación o en cuáles se deben ejecutar acciones de regeneración natural asistida o no asistida. En la restauración también es necesario generar un plan de monitoreo que permite evaluar la efectividad, progreso y el resultado de las intervenciones. El monitoreo es fundamental ya que permite evaluar los tratamientos de restauración con respecto a las condiciones iniciales del ecosistema modelo o de referencia y hacer cambios en los tratamientos, lo que se conoce como manejo adaptativo. La participación social en todas las actividades de restauración es fundamental para garantizar la recuperación de bosques, selvas o manglares.
En conclusión, la restauración ecológica es una actividad que van mucho más allá de plantar árboles. Para que las intervenciones de restauración sean efectivas existen diversas variables técnicas, sociales y ecológicas que se tienen que considerar. La participación de las comunidades locales y ciudadanos es un elemento clave para que las acciones sean seguras. La próxima vez que estés dispuesto a realizar una acción a favor del medio ambiente recuerda las diferencias entre reforestar o plantar árboles y lo que significa llevar a cabo una restauración ecológica; así, tus acciones serán más afectivas.
Pies de figuras:
Fotografía 1. La fotografía muestra un pastizal activo en Los Tuxtlas, Veracruz antes de la intervención de restauración. Foto © Cristina Martínez Garza
Fotografía 2. Después de 9 años de intervención el pastizal en Los Tuxtlas, Veracruz muestra una recuperación importante de vegetación nativa. Foto © Cristina Martínez Garza.
Fotografía 3. La exclusión de ganado durante 12 años en la selva estacional de Sierra de Huautla, Morelos, México ha sido una acción simple que ha permitido la recuperación de la vegetación. Foto © Cristina Martínez Garza
Fotografía 4. En esta imagen se observa el crecimiento de plantas trepadoras y helechos en plantaciones de restauración en Los Tuxtlas, Veracruz. El manejo adaptativo permite corregir este tipo de resultados inesperados. Foto © Cristina Martínez Garza.