Marcaje, recaptura y movimiento de escarabajos: las especies del futuro
Alfonso Díaz Rojas y Lucrecia Arellano Gámez
Red de Ecoetología, INECOL A.C.
Resumen
Con el método de marcaje, captura y recaptura describimos a dónde van las especies en la selva tropical fragmentada. Las que logren salir, podrían ser las especies del futuro.
Palabras clave
Escarabajos peloteros, marcaje, recaptura
En las últimas décadas las actividades humanas han modificado los paisajes tropicales significativamente. Las áreas urbanas, las carreteras, los pastizales y los cultivos son barreras que limitan el movimiento de fauna. Por esta razón, las especies de ambientes forestales han quedado confinadas y requieren de nuevas interconexiones para desplazarse.
Los escarabajos peloteros (Coleoptera: Scarabaeidae) son insectos copro-necrófagos, que viven en bosques y praderas. Las especies originalmente habitaban en extensos ambientes continuos de vegetación y ahora en un nuevo escenario fragmentado y antropizado. Pero siempre nos hemos preguntado ¿A dónde van los escarabajos peloteros cuando vuelan? y ¿qué ambientes les son más amigables? En esta nota, describimos los movimientos de los escarabajos en el ambiente fragmentado. Aquellas especies que logren moverse en los paisajes antropizados, podrían ser las especies del futuro.
Para investigarlo, utilizamos un método de captura, marcaje y recaptura. Cada escarabajo es marcado con una combinación única de puntos usando un marcador indeleble (sin fenoles que dañen su organismo) y las marcas selladas con cyanocrilate (pegamento). Después se liberan en el sitio para recapturarlos. Debido a la heterogeneidad del paisaje, la probabilidad de recaptura es menor al 6 %. Sin embargo, aquí les presentamos los resultados obtenidos en Veracruz y e Chiapas entre 1998 y 2006.
En Los Tuxtlas, solo el 12.7 % de las especies de selva (55 especies) pueden moverse hacia las áreas circundantes (Díaz y Favila, 2009). Algunos escarabajos son diurnos o nocturnos, cavadores (que hacen galerías en el suelo) o rodadores (que transportan rodando bolas de alimento) y necrófagos o coprófagos (que comen carroña o heces). Estas características ecológicas influyen en su movilidad. Por ejemplo, un escarabajo diurno tiene menor probabilidad de salir, por el cambio drástico de temperatura y humedad; un escarabajo necrófago tiene mayor oportunidad de encontrar su alimento en ambientes perturbados, por la mortalidad y la disponibilidad de presas. Así, la combinación de sus características puede facilitar, o no, su movilidad en el paisaje.
Una de las especies más estudiadas de los escarabajos peloteros ha sido Canthon cyanellus cyanellus, que es un escarabajo de selva, rodador, diurno y necrófago y mide 8.24 mm de longitud. Este escarabajo ha sido recapturado en selvas perennifolias (Veracruz) y secas (Chiapas) en todo un gradiente de perturbación: selvas, bordes de selva, cercas vivas (cercas sembradas con árboles), corredores riparios y pastizales. En Chiapas, se marcaron 2,471 individuos y se encontró que las hembras se movieron muy poco (0 y 150 m), pero los machos alcanzaron una distancia máxima de más de mil metros, o sea que lograron volar más de un kilómetro, a pesar de ser tan pequeños, pues los machos salen a buscar a sus parejas, usando, como vías de tránsito, fragmentos pequeños de selva y cercas vivas (Figura 1; Arellano et. al. 2008).
Además, existen otras especies de selva que pueden moverse en los pastizales y zonas arboladas (Tabla 1), como es el caso de Onthophagus batesi, un pequeño escarabajo de 7.04 mm de longitud (68 individuos se movieron más de 200 m de distancia de la selva), Onthophagus incensus (7.37 mm, menos de 100 m), Eurysternus mexicanus (10.6 mm, hasta 50 m) y Copris laeviceps (10.17 mm, 21 individuos recapturados a 160 m). Estas tres especies se han adaptado muy bien a la alimentación con estiércol de vaca (introducidas a México en el siglo XVI). Un caso especial es el de Onthophagus rhinolophus (6.86 mm, 85 individuos marcados y 3 recapturados a 100 m), a pesar de ser una especie coprófaga, está bien adaptada en ambientes agroforestales de café, pimienta, cacao y cítricos, en las montañas de Veracruz, y posee la capacidad de alimentarse y reproducirse también con frutos. Canthidium centrale, especie coprófaga de 8.34 mm (558 individuos marcados, 2 % recapturados) y que puede moverse hasta 1320 m en 24 días). Es decir, logró salir más de un kilómetro de la selva usando las cercas vivas (Figura 2; Díaz et. al. 2011). Pero ¿qué pasa con escarabajos más grandes? ¿vuelan más lejos? Coprophanaeus corythus (26.13 mm, 121 individuos recapturados a 150 m), es la especie necrófaga, cavadora, nocturna de mayor tamaño de los Scarabaeidae en México y generalmente se le encuentra en ambientes arbolados, y logró salir usando maizales, cercas vivas y pastizales.
Aunque la mayoría de las especies forestales no pueden salir de la selva, aquí mostramos la evidencia de dos especies que solo presentaron movimientos circulares al interior de la selva: Dichotomius satanas cavadora, coprófaga (19.77 mm, 101 individuos marcados, 3 % recapturados a 1310 m en 9 días) y Deltochilum pseudoparile (10.37 mm, 102 individuos marcados, 6 % recapturados a 740 m) especie rodadora, necrófaga, que tuvo el registro más largo de tiempo de recaptura, con 372 días libre. Es decir, sin salir de la selva y un año después de su marcaje y liberación (Fig. 2).
Finalmente, con los datos obtenidos podemos decir, que los fragmentos de selva aún contienen un número importante de especies. Que muy pocas especies, como C. cyanellus, C. centrale, O. batesi, O. rinholophus, C. laeviceps y C. corythus tendrán la posibilidad de mantener sus poblaciones en un paisaje fragmentado y podrían ser las especies del futuro. Además, existen en México y Mesoamérica usos tradicionales indígenas de manejo de la tierra, como la agroforestería, las cercas vivas con pequeños fragmentos de selva que proveen áreas de movimiento de fauna y eventualmente sitios de anidamiento para los escarabajos. Sin embargo, la gran mayoría de las especies de selva, entre ellas D. satanas y D. pseudoparile, se quedarían confinadas en los fragmentos remanentes de selva, con el riesgo de quedar genéticamente aisladas y eventualmente desaparecer. Por todo esto es necesario seguir conservando nuestras selvas y establecer programas de manejo del medio ambiente que favorezcan la conectividad.
Bibliografía
Arellano, L., J. León-Cortés, O. Ovanskainen. 2008. Patterns of abundance and movement in relation to landscape structure: a study of a common scarab (Canthon cyanellus cyanellus) in southern Mexico. Landscape Ecol. 23:69-78.
Díaz, A. y M. Favila 2009. Escarabajos coprófagos y necrófagos (Scarabaeidae, Trogidae y Shilphidae) de la Reserva de la Biosfera Los Tuxtlas, México. En: V. Hernández-Ortiz, C. Deloya y P. Reyes (eds.). Memorias VIII Reunión Latinoamericana de Scarabaeidologia 2009 pp. 34. Veracruz, México.
Díaz, A., M. Favila y E. Galante 2011. Los escarabajos del estiércol de la selva fragmentada de Los Tuxtlas. En: La biodiversidad en Veracruz: Estudio de Estado. Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad, Gobierno del Estado de Veracruz, Universidad Veracruzana, Instituto de Ecología, A.C. México, pp 469-481.
(SLIDER) Canthon cyanellus cyanellus Hembra. Foto Alfonso Díaz.