EL MARIPOSARIO, ESPACIO DE CIENCIA Y EDUCACIÓN.
Por: Dalila del Carmen Callejas Domínguez y Octavio Rivera Hernández.
Jardín Botánico Francisco Javier Clavijero, Instituto de Ecología A.C.
Resumen
Los mariposarios desde sus inicios han figurado como espacios para la educación ambiental y el desarrollo de la investigación científica, a través de experiencias vivenciales se busca acercar a las personas a la ciencia y a la compresión del entorno.
Palabras clave
mariposario, mariposas, educación ambiental, investigación.
Artículo
Las mariposas desde hace mucho tiempo han sido insectos que llaman la atención de los seres humanos, desde el manejo del ciclo de vida del gusano de la seda para la producción de esta tela hace más de tres mil años, hasta su impacto en las civilizaciones prehispánicas de nuestro país de lo cual hay evidencia de su importancia en murales, códices e incluso representando deidades como la especie Rothschildia orizaba conococida como mariposa de obsidiana asociada a la diosa Itzpapalotl.
Su vuelo, colores y formas variadas hacen que sean atractivas a la vista para la mayoría de las personas, y es por lo que las mariposas resultan ser un instrumento ideal para tratar temas ambientales, pues también son importantes en procesos como la polinización, la herbivoría, depredación y parasitismo, entre otros.
En ese sentido, los espacios ideales para la observación y la concienciación de la importancia del papel de las mariposas en el ecosistema son los mariposarios. Es así como el mariposario del Jardín Botánico Francisco Javier Clavijero constituye un centro destinado a la cría en cautiverio de mariposas diurnas nativas de la región de Xalapa, en donde su principal objetivo consiste en dar a conocer a los visitantes la importancia de estos insectos en el ambiente, cómo interactúan con otros organismos, cuáles son sus principales características y su diversidad y, de esta manera, promover su cuidado y conservación. Además, por el simple hecho de encontrarse en un jardín botánico, permite comprender cómo interactúan con las plantas que forman parte de la colección científica del mismo.
Este Mariposario fue Inaugurado el 14 de octubre del 2015, desde entonces hasta la fecha en él se crían 35 especies de mariposas diurnas a lo largo del año, además de que ocasionalmente se trabaja también con mariposas nocturnas. Por temporada podemos encontrar 10 especies diferentes.
Está conformado por dos espacios, el Área de vuelo en donde encontramos a los adultos alimentándose, reproduciéndose y poniendo huevos, teniendo a las plantas que necesitan para desarrollar su ciclo: plantas hospederas, nectaríferas y de refugio; y el Laboratorio de cría, en el cual se manejan las distintas etapas del ciclo de vida de las mariposas (huevo, larva, pupa y adulto). En cada cambio de estación se realizan salidas a campo en el Santuario del Bosque de Niebla y en el Jardín Botánico con la finalidad de establecer pies de cría de temporada y a través de registros, conocer qué especies de mariposas diurnas habitan en estas dos áreas, a la fecha se tienen identificadas 124 especies en el inventario.
Además de las actividades técnicas propias del manejo, en el mariposario se llevan a cabo algunas relacionadas con la divulgación de la ciencia como charlas, talleres y cursos que se imparten al público en general y a escuelas de diversos niveles educativos; la educación ambiental, a través de la participación en proyectos Institucionales como el Fairchild Challenge del Jardín Botánico que tiene impacto en docentes de educación básica; y el apoyo a diversas investigaciones para la formación y consolidación de científicos.
Es un área abierta al público en general donde los visitantes tienen una experiencia única al interactuar de manera vivencial con la metamorfosis de las mariposas, pueden presenciar el cortejo, la reproducción, alimentación e incluso la puesta de un huevo, lo que facilita la compresión de los procesos por lo que pasan y al mismo tiempo los hace conscientes de su importancia.
Pies de figuras:
Fig. 1.- Dione moneta, mariposa conocida como Pasionaria mexicana tomando el sol en el área de vuelo del Mariposario. Crédito: Dalila del C. Callejas Dominguez.
Fig. 2.-Orugas de mariposa cebra Heliconius charitonia alimentándose de hojas de pasiflora. Crédito: Dalila del C. Callejas Domínguez.
Fig. 3.- Mariposa cebra Heliconius charitonia alimentándose del néctar de una zinnia en el área de vuelo del mariposario. Crédito: Dalila del C. Callejas Domínguez.
Fig. 4.- Colecta en el Jardín Botánico Francisco Javier Clavijero en el curso Manejo de mariposas. Crédito: Natalia A. Pérez Ariza.
Fig. 5.- Área de vuelo del mariposario. Crédito: Dalila del C. Callejas Domínguez.