SUPERESTRELLAS VEGETALES DE MÉXICO
Por: Rosario Redonda-Martínez
Red de Diversidad Biológica del Occidente Mexicano
Instituto de Ecología A.C., Centro Regional del Bajío
Resumen
Las asteráceas tienen inflorescencias similares a estrellas, son la familia de plantas con flor con mayor número de especies en México. Crecen prácticamente en todos los tipos de vegetación y ambientes, tienen potencial como plantas nectaríferas, medicinales y ornamentales.
Palabras clave
Angiospermas, Compositae, flora melífera
El término superestrella hace referencia a una persona cuyo talento sobresale en el ámbito artístico o deportivo, aunque en México existen deportistas y artistas reconocidos a nivel mundial, lamento decepcionarte, esta vez no hablaré de ellos, sino de un grupo de plantas que son verdaderas celebridades.
Nuestro país alberga una riqueza vegetal de poco más de 22,000 especies de plantas con flores o angiospermas, agrupadas en 250 familias botánicas, entre ellas sobresale Asteraceae con más de 3100 especies, de las cuales, alrededor de 1990 son endémicas, es decir, que sólo se encuentran en México. Este grupo incluye a todos los parientes del girasol y las margaritas, los cuales se distribuyen prácticamente en todos los tipos de vegetación y ambientes, crecen desde el nivel del mar en las dunas costeras hasta más de 4,000 m en pastizales o páramos alpinos. Con estas características ¿no pensarías que las Asteraceae son superestrellas? Si aún no estás del todo convencido, te presento algunos datos que terminarán de convencerte.
En primer lugar, tienen inflorescencias similares a estrellas y muchas solo abren cuando la luz del sol es intensa o siguen al astro rey. ¿Te suenan los nombres mirasol o girasol? Las asteráceas se han adaptado para colonizar ambientes muy diversos, existen hierbas anuales o perennes de vida corta, que se desarrollan erectas o postradas, a veces son trepadoras, pueden ser rupícolas, es decir, crecen sobre rocas; hay acuáticas, subacuáticas, e incluso epífitas, o sea que las encontramos creciendo sobre otras plantas, principalmente árboles. También tienen hábito arbustivo o arbóreo, estos grupos llegan a ser dominantes en selvas secas o matorrales, así mismo, se encuentran en bosques templados y selvas tropicales donde son parte importante de la estructura vegetal de estas comunidades (Figura 1), incluso existen especies arborescentes típicas de ambientes alpinos, tal es el caso de los frailejones u orejas de conejo en Sudamérica (Espeletia spp.) y los senecios gigantes (Dendrosenecio spp.) en África. En México, las especies alpinas generalmente son arbustivas o herbáceas, aunque en el país no hay frailejones, ni senecios gigantes; recientemente se descubrió una especie emparentada con ellos, la cual crece en un matorral crasicaule con suelos gipsófilos y llega ser dominante. Los habitantes de la región dónde crece la llaman colisi, ya que notan un parecido entre sus hojas y las de la col (Figura 2).
El lugar favorito de las compuestas son los sitios abiertos, ya sean terrenos baldíos, campos de cultivo sembrados o abandonados. ¿Quién no ha visto campos de maíz con una gran cantidad de flores rosas, blancas o amarillas conviviendo con la milpa? Las especies encargadas de dar esas tonalidades son nada más y nada menos que asteráceas. Lo mismo ocurre a orilla de caminos o carreteras, principalmente en la época de lluvia, además de pastos, ahí crecen una gran cantidad de hierbas con flores amarillas o blancas y amarillas en el centro, que en ocasiones pueden ser anaranjadas, rojizas o moradas muy vistosas; resulta que la mayoría de esas plantas ¡son compuestas! Esto se debe a que resultan favorecidas por el disturbio y junto con las gramíneas, llegan a ser elementos dominantes en la vegetación secundaria. Ya que muchas especies tienen ciclos de vida cortos y una increíble habilidad para dispersarse ¿quién no ha soplado un diente de león contribuyendo así con su dispersión? Gracias a las modificaciones a manera de hélice, picos o espinas que tienen en sus frutos, alcanzan distancias y prosperan en sitios donde otras plantas no vivirían, por eso, podemos encontrarlas en bardas, huecos de árboles e incluso creciendo en grietas de las banquetas ¿lo has notado?
La diversidad morfológica y adaptaciones a distintos tipos de hábitats que tienen las asteráceas, es comparable con la gran cantidad de compuestos químicos que producen y a su vez, con el uso de un considerable número de especies en la medicina tradicional, tan solo en México se ha documentado la utilidad de más de 100 especies, que se usan para tratar afecciones digestivas, respiratorias, reumáticas y epidérmicas, principalmente.
Asteraceae es una familia nectarífera por excelencia, sus flores producen cantidades importantes de néctar de manera diferenciada y constante, por lo que tienen un enorme potencial apícola, además, también brindan alimento a moscas, mariposas, escarabajos e incluso colibrís, en particular muchas especies que han sido catalogadas como malezas, como ocurre con el diente de león (Figura 3). Varias asteráceas tienen potencial económico, se cultivan a gran escala y comercializan ya sea con fines ornamentales o como flor de corte, entre ellas encontramos dalias, girasoles, mirasoles, cempasúchil, gerberas y crisantemos, solo por mencionar algunas (Figura 4). En primer lugar, tienen inflorescencias similares a estrellas y muchas abren únicamente cuando la luz del sol es intensa o siguen al astro rey. ¿Te suenan los nombres mirasol o girasol?.
Referencias
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Leyenda y créditos de las figuras:
Figura 1. Asteráceas con distintas formas de vida o hábitos de crecimiento desarrollándose en diversos ambientes. A. Árbol en relictos de selva mediana, B. Arbusto en bosque mesófilo de montaña, C. Hierba trepadora perenne en selva baja caducifolia, D. Hierbas anuales en vegetación secundaria. Fotos: Rosario Redonda Martínez.
Figura 2. Plantas y flores de colisi, Mixtecalia teitaensis Redonda-Mart., García-Men. & D. Sandoval, creciendo en un matorral crasicaule. Fotos Abisaí Josué García Mendoza.
Figura 3. Asteráceas nectaríferas. Fotos: Rosario Redonda Martínez.
Figura 4. Asteráceas ornamentales. A. Dalia, B., Girasol, C. Mirasol, D. Cempasúchil, E. Gerbera, F. Crisantemo. Fotos: Rosario Redonda Martínez.