- El Maestro en Ciencias Antropológicas abordó el tema “Análisis del deporte en la antropología”, dentro de las V Jornadas Red Latinoamericana y Caribeña de Deporte Social para la Inclusión
Santiago Morales Ortiz
Xalapa, Ver.- El punto de partida de la antropología del deporte es que se debe situar a éste como un componente del proceso civilizatorio y parte el proceso de formación del Estado, pues no se puede explicar un proceso sin el otro, destacó Andrés Antonio Fábregas Puig, maestro en Ciencias Antropológicas en la Escuela Nacional de Antropología e Historia, durante su participación en las V Jornadas Red Latinoamericana y Caribeña de Deporte Social para la Inclusión.
Con la conferencia magistral “Análisis del deporte en la antropología”, Andrés Fábregas señaló que “el arranque del deporte ya no es el juego, ya no es la actividad lúdica, sino la cuestión competitiva; el deporte comienza a ser un componente estructural de la acumulación de capital”.
Dijo que el deporte profesionalizado se fue viendo como un sustituto de las guerras, “el deporte es una forma no violenta de resolver los conflictos humanos o muestra la posibilidad de resolverlos sin la guerra”.
Desde el punto de vista de la antropología, “el proceso civilizatorio implica también el análisis de reflexión sobre cómo se pasa de sociedades igualitarias basadas en la ideología y las relaciones de parentesco, a las sociedades desiguales en economía política y de clases sociales, pues las sociedades organizadas a base del parentesco no tenían Estado, ni economía política, ni conocían la desigualdad social”.
El especialista comentó que es fundamental entender ese momento de inflexión “en que la sociedad desigual se impone sobre las sociedades igualitarias y comienza la historia que conocemos de la economía política y la historia de los orígenes de la actual economía política en la que vivimos”.
El autor del libro Lo sagrado del Rebaño, en honor a las Chivas del Guadalajara, es estudioso de las aficiones y apuntó que el futbol se transformó en un negocio, perdiendo identidad.
“Los equipos eran símbolos de identidades de barrio, municipales, de ciudad y nacionales, por lo que es importante analizar el tema de colonialismo en el deporte; es decir, la traición a los orígenes culturales que tienen que hacer los futbolistas profesionales para ajustarse a lo que les pide el espectáculo, pues el colonialismo actual está escondido en medio de la soberanía, que se manifiesta en los equipos de futbol.”