• Laura Bello Benavides, investigadora del IIE-UV, impartió ponencia en línea sobre la educación para el cambio climático tras el Covid-19 
  • “Ambos fenómenos afectan a la población de manera diferenciada en función del nivel educativo, infraestructura y ubicación geográfica” 
  • Destacó que tomadores de decisiones han sido omisos a informes científicos tanto a nivel climático como sanitario
Laura Bello Benavides impartió en línea la ponencia “La educación para el cambio climático tras Covid-19. Desafíos y oportunidades”

Laura Bello Benavides impartió en línea la ponencia “La educación para el cambio climático tras Covid-19. Desafíos y oportunidades”

 

Claudia Peralta Vázquez 

 

Xalapa, Ver.- Laura Bello Benavides, académica del Instituto de Investigaciones en Educación (IIE) de la Universidad Veracruzana (UV), se pronunció por redirigir las políticas públicas en torno a la educación del cambio climático y el vínculo que este fenómeno tiene con el Covid-19. 

En la ponencia virtual “La educación para el cambio climático tras Covid-19. Desafíos y oportunidades”, que impartió el pasado 30 de abril, la Doctora en Investigación Educativa destacó que tanto la pandemia como el cambio climático afectan a la población, pero de forma diferenciada, lo cual está en función del nivel educativo, de infraestructura y de la ubicación geográfica. 

Como parte de las actividades del Seminario Internacional “Integración de lo ambiental en las políticas públicas de recuperación tras el Covid-19”, señaló que la contingencia sanitaria hoy en día nos enfrenta a una nueva realidad que no será la única, pues de ahora en adelante la humanidad tendrá que aprender a coexistir, vivir y enfrentarla tanto en lo social como en lo ambiental, ya que está articulada al cambio climático. 

Esta nueva realidad también nos altera, nos interpela porque tiene que ver con la incertidumbre, no sabemos qué pasará, actualmente hay muchos científicos estudiando el Covid y el cambio climático. 

La especialista y miembro del Sistema Nacional de Investigadores (SNI), dijo que de igual forma el cambio climático genera incertidumbre y sentimientos de angustia entre la población al no saber qué hacer y cómo actuar. 

Incluso, Laura Bello destacó algo que ella denomina fenómeno espejo, y es cuando a pesar de estar conscientes de sus impactos, no actuamos sino hasta que éstos nos interpelan. 

Asimismo, otro fenómeno es la omisión de los tomadores de decisiones frente a los informes científicos, pues a nivel nacional e internacional los han minimizado, aun cuando hay suficientes estudios validados para generar políticas públicas pertinentes. 

“Hay reportes cada vez más contundentes, más claros, y aunque se generan políticas y acuerdos nacionales e internacionales en relación con la atención de la mitigación y reducción de los gases de efecto invernadero, éstas se van diluyendo.” 

Lo mismo ha ocurrido con esta pandemia anunciada de manera previa, donde toda la producción científica no fue escuchada, las políticas públicas y de asistencia social fueron omisas a estas decisiones, dijo. 

“Las acciones durante el Covid-19 están siendo permeadas más por asuntos financieros frente a la salud de la población; el sistema de salud se ha visto debilitado por las políticas gubernamentales.” 

Bello Benavides puntualizó que, como resultado de lo anterior, los gobiernos que ahorraron gastos en materia de salud en los últimos años ahora invertirán más a causa de la contingencia sanitaria. 

Esto también ocurre con los impactos del cambio climático. Tan sólo en México, ante la agudización de los hidrometeoros, el gobierno debe invertir considerablemente en la atención de población afectada por inundaciones, deslaves y otras afectaciones, lo cual sería menor si se generaran políticas de reducción de vulnerabilidad. 

Un caso específico es el estado de Veracruz, que registra afectaciones a las producciones de café y vainilla, y las políticas finalmente son débiles en este sentido. 

Con respecto a la pandemia, mencionó que se trata de un hecho social que impacta las relaciones sociales, incide en cada persona del planeta y pone en juego los valores tanto en lo individual como en lo colectivo. 

“Nos dimos cuenta de que cuando cambiamos drásticamente estos modos de vida muchas cosas pasan, lo cual se vio en China donde hubo disminución de gases de efecto invernadero y de la vibración de la tierra; nos dimos cuenta de que el planeta Tierra es un ser vivo y reacciona ante la acción de la humanidad.” 

Por tanto, expuso la necesidad de replantearnos hacia dónde debemos redirigir las políticas públicas con relación a la educación al cambio climático, y cómo los humanos nos tenemos que relacionar entre nosotros mismos y con el medio ambiente.