• La novela El camino del fuego, narrada en primera persona por la sacerdotisa Xtaaku, describe el recorrido de los conquistadores y sus aliados hasta Tenochtitlán 
  • La autora “es Malintzin, porque se convierte en interlocutora entre seres del pasado y nosotros”, señaló Sara Ladrón de Guevara 

 

Germán Martínez, Celia del Palacio y Sara Ladrón de Guevara

Germán Martínez, Celia del Palacio y Sara Ladrón de Guevara

 

 

Sara Ladrón de Guevara comentó que mientras leía esta novela, circuló la noticia del hallazgo de una escultura huasteca que representaba a una mujer, en la comunidad de Hidalgo Amajac, lo que “nos recuerda esa mitad de la población que ha sido ignorada en las políticas y en la historia” 

 

Karina de la Paz Reyes Díaz 

Xalapa, Ver.- La novela El camino del fuego, de Celia del Palacio, quien es considerada una de las voces más exitosas dentro de la narrativa histórica mexicanafue presentada en la Feria Internacional del Libro Universitario (FILU) Virtual en un panel en el que además de la autora participaron la rectora de la Universidad Veracruzana (UV), Sara Ladrón de Guevara, y Germán Martínez Aceves, coordinador del evento literario. 

Celia del Palacio, fundadora y actualmente profesora-investigadora del Centro de Estudios de la Cultura y la Comunicación de la UV, se ha caracterizado por dar voz a las mujeres de tiempos pasados y actuales, y de ello dio cuenta la Rectora al comentar esta novela que se remonta cinco siglos atrás, al periodo de la caída de Tenochtitlán. 

Felicito a Celia por su incansable búsqueda de dar voz a mujeres que han sido silenciadas”, expresó la noche del 3 de febrero a través del Facebook Live de la FILU Virtual. 

Algo que también destacó sobre Del Palacio fue que eligió, en lugar de un personaje como la Malinche, Xtaaku, una princesa y sacerdotisa totonacaque si bien tenía una participación protagónica en su pueblo, Quiahuiztlán, éste no era una gran urbe o capital ni tenía una importancia mayor en el conjunto de ciudades mesoamericanas. 

El camino del fuego puede leerse como una obra en sí misma y es un trabajo de una novela completa, pero la obra en general de Celia le va dando voces a distintas mujeres con distintos papeles y distintos roles muy importantes”, insistió Sara Ladrón de Guevara. 

Puede haber mujeres trascendentales como Leona Vicario o mujeres muy mundanas como Lupe Vélez en Hollywood era el cielo, o mujeres de una visión del mundo tan diferente, como puede ser Xtaaku; recientemente, también publicó historias de mujeres que buscan a sus desaparecidos. Me parece que ese trabajo de Celia debe de ser reconocido, por el lado literario, por el lado de cada obra, como tal, pero también en su conjunto, como la búsqueda de dar voz a las mujeres en tantos escenarios, en tantos roles y épocas, que han sido menospreciadas en la narrativa en general de la historia”, dijo la Rectora de la UV. 

El camino del fuego es una obra en primera persona, Xtaaku, pero es también una crónica de indias, una novela de viaje que narra el recorrido de los conquistadores y sus aliados hasta Tenochtitlán, hace 500 añoscuya circulación inició en diciembre del año pasado. 

Celia del Palacio habló dla construcción de esta obra y la vasta investigación que le implicó, pero también citó: “Es un tributo a Veracruz, así como lo fue Las mujeres de la tormenta en su momento. Es mi manera de dar las gracias por el tiempo que he pasado en Veracruz y todo lo que me ha dado para poder imaginar estas vidas, estos personajes, esta manera de ver. 

Además, compartió que la escrib justo cuando estaba en medio del tratamiento contra un cáncer. “De alguna una manera, para escapar de lo que me estaba pasando escribí la novela y se nota en muchos lugares. 

Por ejemplo, citó, que en el primer capítulo Xtaaku va caminando encima de muertos, a la hora de salir de Tenochtitlán, sin entender por qué ella se salvó, al tiempo que sintió tener una especie de misión por cumplir, lo cual posteriormente le harán saber las ancestras. 

“Eso me convoca directamente, porque en muchos momentos yo me sentí así, me siento así, porque tuve la gran fortuna de sobrevivir, cuando otros muchos y otras muchas no pudieron hacerlo. Ésta es mi manera de agradecer también a la vida.” 

Por su parte, Sara Ladrón de Guevara comentó que mientras leía esta novela, circuló la noticia del hallazgo de una escultura huasteca que representaba a una mujer, en la comunidad de Hidalgo Amajac, en el norte de la entidad. 

El hallazgo nos recuerda esa mitad de la población que ha sido ignorada en las políticas y en la historiaQuizá nunca conozcamos el nombre ni la función y mucho menos la biografía o la palabra de esta mujer de arenisca que surge en la milpa de un campesino afortunado; en tanto, la mujer que dibuja Celia da sentimientos, gustos y pesares, da carne y hueso a una mujer de ayer que describe paisajes y espacios conocidos, en tiempos lejanos.” 

Para la Rectora, Celia del Palacio es hoy la voz de la escultura de piedra recientemente hallada. Es más, “Celia es Malintzin, porque se convierte en interlocutora entre seres del pasado y nosotros”, pero sobre todo porque da voz a las mujeres de antaño que por tanto tiempo han permanecido silenciosas.